Taxco, ubicado en el estado de Guerrero, es posiblemente uno de los pueblos mágicos más amados de México. Es famoso por los talleres plateros que en el siglo pasado le dieron a este lugar un nombre mundial. Sin embargo, Taxco y su historia es mucho más que eso. Desafortunadamente en los últimos meses, tras los sismos del 7 y 19 de septiembre de este año, el presente de este lugar se ha visto dañado por la naturaleza. Esto hace imperativo el ir a reactivar la economía de este bello lugar ubicado al suroeste de la Ciudad de México. Prácticamente toda la comunidad vive del turismo. También es positivo recalcar la importancia de consumir nacional y de reconocer el trabajo de las personas involucradas en la manutención del pueblo.
Los terremotos del mes de septiembre afectaron considerablemente Taxco, como gran parte de la República Mexicana. cuando fuimos hace poco más de una semana encontramos cerrados, y próximo a reabrir, algunos de los lugares más importantes del municipio guerrerense. La Casa Borda, el exconvento de San Bernardino, la exhacienda del Chorrillo, así como el Templo de Santa Prisca se encontraban en obras de reconstrucción.
Se sabe que se está llegando a este lugar cuando se comienzan a ver puros edificios blancos y la mayoría antiguos, ya que la ciudad fue fundada en 1529. En ese momento es que, si se va en automóvil, hay que buscar estacionamiento. Es necesario tomar en cuenta que el estacionamiento es escaso y algunos de estos son muy complicados (espacios muy pequeños, mala configuración para estacionarse, por ejemplo). También hay que saber que la ciudad no es amigable para los coches debido a que las calles son muy pequeñas y con pendientes sumamente pronunciadas. Son calles hechas para caminatas largas y para apreciar las construcciones del pueblo.
Uno de los atractivos más impresionantes de esta localidad es el Templo de Santa Prisca. Esta iglesia fue construida en la década de 1750 a órdenes del minero José de la Borda, quien fuera en su momento el hombre más rico de la Nueva España. De la Borda mandó a construir este templo cuando su hijo se ordenó como sacerdote, para que tuviera donde dar misa.
Esta iglesia cuenta con una leyenda del porqué recibe este nombre. Cuando se estaba construyendo comenzaron a haber tormentas eléctricas muy fuertes y el minero se encontraba fuera del lugar por motivos de trabajo. Se rumora que los albañiles, al no saber que hacer, se pusieron a rezar para que alguien los ayudara y quien acudió a su llamado fue justamente Santa Prisca. En estos días se ha de estar reabriendo esta bella iglesia que había cerrado porque sufrió algunos daños en los terremotos que mencioné arriba. Si se quiere tomar un café disfrutando de esta iglesia, que fue durante varios siglos el edificio más alto de México, el restaurante Flor de la Vida es sin duda el lugar para disfrutar la belleza de esta monumental iglesia.
Además de los lugares que el terremoto dañó, se encuentra un museo de antropología “Guillermo Spartling”. El museo cuenta con parte de la obra del coleccionista del cual lleva el nombre. Además, cuenta con algunas piezas de plata que el taller que él fundó realizaba. El museo es pequeño y totalmente prescindible si no se lleva mucho tiempo cuando se visita Taxco. Sin embargo, si se tiene tiempo, algunas de las piezas exhibidas son admirables. Sobre todo, los diseños de joyería en plata. No se deja tomar fotografías del interior del museo.
En Taxco se encuentra un Museo de Arte Virreinal, alojado en la llamada Casa Humboldt. Desafortunadamente cuando se visitó Taxco, el museo no abrió debido a causas desconocidas e inexplicables. Simplemente los administradores decidieron no abrir el museo, aunque estaba indicado que el día que se visitó si abría. No está dañado por el sismo y en teoría, abre de martes a domingo de 10 a 18 horas.
Taxco es famoso por la platería. De hecho, en otros sitios pueden encontrar información sobre un museo de la platería. El mismo cerró hace un par de años, cuando el dueño falleció. Sin embargo, junto a lo que era el museo, se pueden encontrar varias tiendas y talleres de este metal preciado. En algunos de estos, como en Platería la Azteca dan muestras de cómo se fabrican las piezas que venden y exhiben piezas que fueron del museo.
Otro de los atractivos del único Pueblo Mágico de Guerrero, es la casa Borda. Como se puede imaginar, fue la residencia del minero José de la Borda. El arquitecto que la construyó fue Joseph de Alva, quién también diseñó Santa Prisca. Hoy funciona como el centro de cultura. Cuando está abierta se exponen diferentes exhibiciones temporales. A pesar de estar cerrada, su personal fue muy amable.
Las calles de Taxco no pueden dejar de recorrerse a pie. Entre los mercados con comida local, las heladerías callejeras y los plazas y plazuelas, se tiene mucho para pasar unos días bellos. Entre las más famosas está la Plaza Borda que se conecta al Zócalo, y la plazuela de San Juan, con una fuente en medio y restaurantes a su alrededor. Otras plazas, no tan famosas tienen esculturas de Héroes Nacionales, o del escritor Juan Ruiz de Alarcón.
A las afueras de este lugar se pueden encontrar dos atractivos que vale la pena conocer. El primero de ellos es el Cristo Monumental de Taxco. A diferencia de la mayor parte de los lugares que vale la pena visitar en este lugar, este es muy joven. Fundado apenas hace quince años, tiene una de las vistas más impresionantes de todo el lugar. A mi gusto, más que la escultura, que, aunque es muy bella, lo que más vale la pena es el mirador. Hay que tener en cuenta que para subir se requiere destreza al volante por los caminos empinados y delgados o se puede subir en transporte público y luego caminar.
Si se disfruta de la vista, otro elemento que vale la pena visitar es el teleférico. Es importante recalcar que si alguien sufre de vértigo o acrofobia, posiblemente no es el lugar idóneo para esa persona. Esto es porque el teleférico sube una montaña llevándolos a la cima. La vista es muy bella, se tiene una visión completa de lo que es Taxco, Guerrero.
Es importante visitar estos lugares que han sido dañados por los fenómenos naturales. Entre más rápido se regrese a la normalidad, más rápido podrán volver a ofrecer lo que siempre han ofrecido. Además, este lugar vale la pena. Los edificios son muy bellos, la comida es muy rica (lo más tradicional es el pozole verde) y la gente es muy amable.
Tuvimos la oportunidad de realizar esta visita junto a Llunué Vivanco de Kuira-Bá. Les compartimos el video realizado que complementa nuestro artículo.
Un comentario
Gran reseña!! Menciona todos los lugares que hay que visitar!