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Casa Estudio Luis Barragán: El patrimonio mundial de la humanidad personal

Usualmente se asocia con la etiqueta “Patrimonio Mundial de la Humanidad” sitios históricos de gran magnitud tales como las Pirámides de Teotihuacán, Persépolis en Irán, La Ciudad Prohibida en China, o los centros históricos de ciudades tales como Roma, Zacatecas, Salzburgo. Pero curiosamente, dentro de la lista de grandes palacios, iglesias milenarias y conjunto de templos está una Casa. El recinto donde vivió uno de los padres de la arquitectura mexicana contemporánea cumple con todos los requisitos para que la UNESCO la considere parte de los tesoros invaluables del Hombre. Así es la visita a la Casa Estudio Luis Barragán.

Visitar la Casa Estudio no puede ser algo casual o espontáneo. Se requiere comprar los boletos con antelación directamente en la página del sitio para asegurar el acceso, pero esto es poco probable ya que todas las visitas son guiadas en pequeños grupos de diez personas. Se paga al momento de reservar y debe tenerse en cuenta que no aceptan menores de diez años. Los horarios son de sábado a jueves; en teoría los viernes también, pero no hay forma de agendar este día hasta el 2018. Entre semana se ofrecen citas a las 10:30, 11:30, 12:30 y 15:30 ó 16:00 horas. El recorrido, según el guía, dura entre media hora y cuarenta y cinco minutos. Aceptan cambiar las citas dependiendo de la disponibilidad, pero si se adquirieron varios boletos estar pendientes se haga el cambio manualmente uno por uno.

Entrada de la Casa Estudio Luis Barragán
Entrada de la Casa Estudio Luis Barragán

Hay varias consideraciones a tomar en cuenta para recorrer la casa del único arquitecto mexicano ganador del Premio Pritzker (el premio más prestigiado de arquitectura mundial). La primera es que no hay estacionamiento y la calle donde se ubica el museo no resulta muy práctica para ello. Mejor ir en metro, pues está muy cerca la estación Tacubaya, y caminar. El área no es muy bonita, recomendamos tener precaución. El costo para entrar es 300 pesos (aprox. 15 USD) por persona, aunque estudiantes internacionales pagan 200 pesos y los estudiantes nacionales deben aportar 150 pesos. Ninguno de estos boletos permite tomar fotografías, hay que comprar un permiso especial en 500 pesos (25 USD). Mostrar credencial para obtener descuento de estudiante.

Casa Estudio Luis Barragan

El exterior de este Patrimonio Mundial es austero deliberadamente. Cuando se construyó la casa, en el lugar había rancherías y Luis Barragán buscaba que su casa pasara desapercibida.  Es casi una pared gris con el relieve de una ventana y las puertas. El arquitecto autodidacta, e ingeniero de formación, compró los terrenos en la década de los cuarentas para iniciar la construcción en 1945 y finalizar en 1948.

Fachada de la Casa Estudio Luis Barragán
Fachada de la Casa Estudio Luis Barragán que busca ser discreta

La casa tiene dos entradas y dependiendo del guía, normalmente son estudiantes de arquitectura, escogerá por cuál entrar. En esta visita utilizamos la entrada personal. Aquí empieza a notarse el uso de espacios y luces que gustaban al afamado jalisciense. De la calle se entra a un recibidor largo, pero estrecho, da una sensación claustrofóbica hasta que se prende una luz y no es directa, sino empotrada en una columna. Este juego de luces indirectas se estará apreciando durante todo el recorrido.

El pasillo angosto desemboca en un recibidor mucho más amplio color rosado. Los muebles son los mismos que cuando el lugar era habitado, por lo que nos podemos transportar en el tiempo. En este sencillo espacio puede observarse el uso de ángulos que agradaban a Luis Barragán, así como la utilización nuevamente de luz indirecta. Debido a que pasamos por un espacio limitado, se siente una descompresión psicológica.

Vestíbulo de la Casa Estudio Luis Barragán
 Vestíbulo 
Otra imagen del recibidor
El espacio se ve más amplio por el juego de los volúmenes, luces y colores

Se indica que mucha de la influencia colorida en parte se debe al amigo del artista: Chucho Reyes. En este pequeño espacio, es posible notar también, cómo el afamado arquitecto fundó las bases de la arquitectura mexicana contemporánea. El espacio remite a una obra más grande, la recepción del Camino Real (antes el único, ahora el de Polanco), creación de Ricardo Legorreta.

De este recibidor se puede ir a dos partes diferentes: derecha y subir unas escaleras en piedra volcánica o a la izquierda. Durante nuestro recorrido tomamos hacia la izquierda.

Escaleras hacia el segundo piso en Casa Estudio Luis Barragán

Nuevamente, Luis Barragán buscó comprimir el espacio de forma ficticia. Se nos explicó presenta influencias de Frank Lloyd Wright. Y de ahí abre rápidamente a una sala que juega con el jardín. Se conectan a través de un gran ventanal, como si la naturaleza fuera un cuadro más. Los muebles se elaboraron con la colaboración de Clara Porset, arquitecta y diseñadora de muebles de origen cubano y de gran fama a nivel internacional. Entre la decoración de este cuarto hay planos y réplicas de obra de arte. También, Barragán esperaba que la sala fuera un componente si se descansa en el jardín.

Sala en la Casa Estudio Luis Barragán
 La sala en estilo mexicano contemporáneo

Junto a esto, encontramos una pequeña Biblioteca con gran colección de libros que traía de sus viajes. Esta área desemboca en otra apropiada para leer, con más muebles y una especie de altar simbólico, con elementos profanos que evocan a lo sacro. La pintura de Mathias Goeritz hace función de tablero, pero de este sitio, sin sobresalir a primera vista del resto de los muebles hay unas escaleras. Estas escaleras probablemente son lo más famoso del recinto. El término técnico son escaleras en cantiléver (técnica que fija una viga en un  solo punto). Ya no se pueden subir las escaleras, pero es muy tentador.

Escaleras especiales
Escaleras en Cantiléver
Casa Estudio Luis Barragan

Regresamos por donde llegamos y tomamos las escaleras a la derecha en el recibidor rosa. Llegando al segundo nivel, nuevamente el espacio se bifurca. Por un lado, se llega al cuarto de visitas. Antes, se toma un pequeño corredor que reduce el espacio como se ha visto este juego a lo largo de la casa. También se pueden notar vigas de madera, que dan una evocación al infinito. El cuarto de visitas, fue una terraza que luego transformó Luis Barragán. Entre los elementos que se encuentran hay pictografías de San Francisco de Asís y algunas pinturas surrealistas.

Además, un juego interesante de las ventas y la imperdible luz indirecta.

Ventana en Casa Estudio Luis Barragán
El efecto de la venta sobresaliendo en la fachada hace parecer una pared muy gruesa.

El afamado arquitecto era especialista en jugar con los espacios. Por ejemplo, el uso de las cortinas da una sensación de ventanales más grandes, pero en realidad están cubriendo la pared. Asimismo, la ventana que parece salir de una pared muy gruesa, es la que sobresale en la fachada austera. Otra de las modificaciones posteriores que hizo Barragán, fue el cambio de ventanas en la habitación principal, pues estaban completas desde el piso al techo, pero en la época que esto se volvió tendencia, prefirió cambiarlo. La cama que se encuentra en su cuarto no es la original, ya que esta se perdió cuando él enfermó de Parkinson.

Blanco sobre blanco
Espacio en la sala fuera de la recámara. La puerta hacia la azotea se encuentra abierta.
Amarillo sobre Blanco
El mismo espacio cambia de color con la puerta cerrada

Al lado desemboca una pequeña salita, con una reinterpretación de la silla jalisciense. También es importante mencionar un elemento que puede verse a lo largo de las diferentes piezas de la casa, y son unas esferas que ayudan a concentrar el punto de enfoque. Retomando la salita, cambia la iluminación según si la puerta que conduce a la terraza está abierta o no. La famosa terraza presenta su amor por la pintura, donde jugó con los colores y su contraste con el cielo.  Los volúmenes con los experimenta representan el aire, el agua y su chimenea.

En la planta baja de la casa tenía un antecomedor que es de los espacios menos iluminados de la casa. Hay platos donde está inscrita la palabra soledad. De aquí se accede a otro comedor, que era usado para las visitas. La mesa tiene un número impar de lugares y hay cuadros de Chucho Reyes. También de aquí se llega a los Jardines que buscan ser lo contrario a Versalles, menos estrictos y artificiales.

Jardón de la Casa Estudio Luis Barragán
El jardín busca romper las estructuras clásicas del paisajismo mientras que se incorpora con el interior
Patio en Casa Estudio Luis Barragán

Cruzando pasillos creados por plantas, se comunica la parte personal de la casa, a la profesional: el estudio. En el camino hay un espacio que servía de relajación para los empleados, con jarrones y un espejo de agua que ayuda a reflejar el cielo. Lo que solía ser el taller ahora se usa para exposiciones y en este caso era una del dadaísmo que estuvo incluida dentro del costo del boleto.

Exposición en lo que era el taller de Casa Estudio Luis Barragán
Exposición del Dadaismo en lo que solía ser el taller -estudio de Luis Barragán

 Finalmente, el guía deja a su grupo en el museo. Aquí se pueden encontrar réplicas de algunas sillas a precios bastante elevados, postales y libros.

 NOTA: Las fotografías tomadas  en la Casa Estudio Luis Barragán para el artículo fueron adquiridas con el permiso especial y no pueden utilizarse comercialmente ni reproducidas en otro medio sin previa autorización de Zorro por el Mundo y la fundación Luis Barragán. La finalidad de las mismas es mostrar a los lectores el recinto y patrimonio de la humanidad. Estas fotografías no pueden ser utilizadas con otro fin que no sea  recreativo sin fines de lucro.  

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7 comentarios

  1. Interesante relato, yo no sabía que existía como museo, será cuestión de ir a visitarlo un sábado, ojalá y haya lugares. Gracias por instruirnos.

  2. Iré esta semana a una película en honor a Luis Barragán. Un portento de arquitectura. Creo que retratas súper bien la esencia del arte de Luis Barragán que explora los espacios y a cada uno le da una función. No es ese derroche de espacio, ni tampoco el detalle excesivo. Lo podemos ver en esa escalera o ese cubo que se nutren de su sobriedad. Y cada rincón con una funcionalidad muy bien diseñada. No en vano su obra es patrimonio de la humanidad. ¡Buenísimas tomas!

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