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Volar en Aeroméxico: viviendo los cambios que no anuncian

Previo a los vuelos que se mencionan en este artículo, nuestra experiencia de volar en Aeroméxico se remonta a antes de la pandemia. Por cuestiones personales, se presentó la opción de tener un viaje relativamente largo dentro de México y no queríamos dejar pasar la oportunidad para comparar cómo es volar en Aeroméxico ahora.

Al momento de adquirir los boletos, se tomó ventaja de una promoción del “buen fin” donde el uso de “puntos premier” estaba a la mitad y sin cargo de expedición de boletos. Para el regreso, pensamos que volar en Clase Premier sería de utilidad para tener una reseña más completa y saber qué esperar. Para esto, se usó un cupón de la tarjeta American Express Aeroméxico. Poco sabíamos entonces que volar en Aeroméxico sería diferente a lo que nos tenía acostumbrados.

La compañía mexicana está implementando cambios desde que se declaró en quiebra meses atrás. Los equipos de marketing han hecho un trabajo interesante al mantenerlos de bajo perfil, ya que realmente es un cambio importante en lo que ofrece esta aerolínea.

En este artículo vamos a revisar los cambios vistos y la experiencia aérea al volar en Aeroméxico durante la pandemia. Así, pueden decidir si es donde quieren utilizar su dinero cuando tienen que viajar dentro de México.

Volar durante la pandemia es una experiencia diferente

La sorpresa al volar en Aeroméxico

Aproximadamente dos semanas después de comprar los boletos para volar de la Ciudad de México (MEX) a Ciudad Juárez (CJS) llegó un correo donde lamentan que nuestro vuelo fuera cancelado y la clase premier —que buscábamos reseñar—, ya no estaría disponible.

Antes de comunicarnos al número que proporcionaron en la comunicación oficial, revisamos las condiciones de los vuelos. Notamos que la frecuencia reservada originalmente ya no estaba disponible y que los aviones habían cambiado de los Embraer a un Boeing 737. Asimismo, sólo se podían adquirir las tarifas clásicas y básicas. 

Al llamar, la espera fue bastante larga, pareciendo que hay muchos cambios. Pero una vez que nos contestó una persona, el servicio fue eficiente, aunque un poco lento. Se nos dio una opción para afectarnos lo menos posible.

Lo que estuvo muy raro es que antes de los vuelos, Aeroméxico ofrecía participar en subastas por un ascenso a Clase Premier. Empero, esta clase ya no estaba disponible en los vuelos que estaríamos por tomar.

Abordaje en un avión reconfigurado

Vuelo de ida

Debido a la naturaleza del servicio en Aeroméxico, y aunque fueron naves diferentes, no hay justificación para hacer dos reseñas de estos vuelos. De esta manera, vemos cuáles son elementos en común y que los viajeros pueden esperar; así como las diferencias que pueden ser importantes para algunos pasajeros y puedan tener en cuenta.

Datos del vuelo

  • Número de vuelo: AM 113
  • Partiendo de la Ciudad de México en la Terminal 2 a las 08:15 y llegando a las 10:03.
  • Avión Boeing 737-800

Previo al Vuelo

Este vuelo salió de una nueva sección de la Terminal 2 del Aeropuerto de la Ciudad de México. Nunca vimos la sala anunciada, solamente mencionaba que era en la sala C. Esta se encuentra muy lejos y en caso de que su vuelo parta de ahí, es necesario considerar el tiempo de traslado.

La documentación del vuelo fue un caos, y eso que solamente íbamos a dejar las maletas ya que el registro en línea estaba hecho. Las filas de Skypriority (accesibles con las tarjetas de marca compartida) están peor que las tradicionales. Debería ampliar la compañía sus opciones para documentar y restringir quiénes pueden acceder a estos servicios.

No se utilizaron las Salas Premier, debido a las experiencias que ya hemos tenido. Hay otras opciones más cómodas en el aeropuerto. Otra cosa que notamos en la terminal 2, es que los trabajos de mantenimiento se notan. Afortunadamente ya no está en un estado de descuido.

El vuelo estaba lleno al abordar la aeronave

Experiencia a bordo

Siendo casi los últimos pasajeros en subir al avión, notamos los cambios. Después de décadas, Aeroméxico retoma un avión de este tamaño sin clase premier. Se nota que se reconfiguró porque los compartimentos para equipaje en cabina se amplían en las primeras filas.

Este modelo de nave ya tiene varios años en la flota de Aeroméxico. Pero es suficientemente cómodo. Se hicieron algunas peticiones al personal durante el vuelo, y después de muchos años, nos tocó una tripulación que realmente se preocupa para dar un servicio digno. El vuelo fue muy cómodo considerando los asientos, no hubo ruido excesivo ni dificultades.

En lugar de entretenimiento individual, la nave ofrece pantallas en la parte superior.
Los compartimentos estaban diseñados para ofrecer más espacio a los pasajeros de Clase Premier

La única crítica es el servicio de comida y bebida. Claramente esta es una decisión corporativa y no depende de la tripulación. Dar una sola bebida y un pequeño paquete de galletas para un vuelo de más de dos horas es muy poco. Lamentablemente, a falta de competencia, Aeroméxico se sale con la suya. Las otras aerolíneas mexicanas son de bajo costo y no ofrecen nada. 

Servicio de comida en un vuelo por la mañana

En realidad no podíamos decir que hay mucha diferencia en el servicio de alimentos con respecto a lo que se ofrecía antes de la pandemia. 

El vuelo no aterrizó  a tiempo, porque según explicó el capitán, había un coyote en la pista. A pesar de esto, fue uno de los vuelos con Aeroméxico o cualquier aerolínea de México en los últimos años. Todavía está el vuelo de regreso para saber si era consistente o tuvimos suerte.

Vuelo de regreso

Datos del vuelo

  • Número de vuelo: AM 118
  • Sale de Ciudad Juárez a las 18:24 para llegar 22:00
  • Avión 737-Max

Previo al vuelo

El aeropuerto de Ciudad Juárez está en obras para expansión, por lo que muchos espacios están limitados. Documentar fue sencillo y contrario a la Ciudad de México, la espera fue corta y el personal amable. Sin embargo, el tiempo de espera en dicho aeródromo puede sentirse largo al no haber opciones suficientes para comer y beber.

El restaurante que tiene muchos años en operación y era punto de reunión para familias, amigos o socios que platicaban antes de volar, quedó dentro de seguridad por lo que para muchos ya no es opción. Se notaba: estaba vacío.

El abordaje fue un poco caótico porque el espacio es limitado y se camina hacia al avión.

El avión previo al despegue

Experiencia a bordo

A diferencia del primer vuelo, aquí el personal no fue tan amable. Al momento de subir al avión, estaban todavía platicando y hasta no ver pasajeros se fueron a su lugar. Además ya tenían los compartimentos superiores llenos con sus maletas.

La nave en la que volamos era el polémico Boeing 737-Max, que después de mucho escrutinio ya está de vuelta. A mucha gente, esto le puede ser molesto y deberá revisar qué avión cubre la ruta al momento de comprar su vuelo. Sin embargo, la aerolínea puede intercambiar aeronaves de último momento por lo que es difícil evitarla.

Personal de Aeroméxico yendo a sus lugares al ver a los pasajeros

Más allá del tema de seguridad, que se supone está resuelto, el problema que se nota es la distancia entre asientos. Se siente como una aerolínea de bajo costo. Además, los asientos de la marca Recaro (son tan incómodos que debería darles vergüenza poner su nombre) no tienen soporte para el cuello, y tampoco están acolchonados. También, se reclinan muy poco.

Asientos incómodos y con poco espacio entre filas

En este avión, ya ni siquiera se molestaron poner asientos AM Plus, y tampoco hay clase premier. Al reconfigurar los asientos, Aeroméxico quitó el servicio de entretenimiento personal. Todos los aviones de su tipo ya incluían pantalla.

La experiencia del 737 Max de Aeroméxico

Aquí, el limitado servicio de comida era más notable. Se dio un paquete de cacahuates de 15 gramos. Las opciones de bebida dependían del asistente de vuelo que atendiera. Unos ofrecían más opciones, y otros lo que tuvieran a la mano.

Hay que llegar sin hambre al vuelo

Al llegar a la Ciudad de México, se esperó mucho antes de que el avión llegara de nuevo a la sala C. Igualmente,  el equipaje tardó mucho en salir y algunas maletas llegaron maltratadas.

Baño del 737 Max de Aeroméxico

Conclusiones volar en Aeroméxico

Volar en Aeroméxico no ofrece muchas más opciones que sus competencias de bajo costo. Si el precio es el adecuado, vale la pena volar con ellos por la confiabilidad de los horarios y las rutas. Empero, no ofrecen un producto diferenciador. Incluso, el equipaje está muy limitado.

No molesta que los aviones ya no tengan clase Premier. Los miembros elite plus son los que extrañarán tener opción a ascenso o solicitar un asiento AM Plus.

El personal puede ser muy amable o simplemente cumplir sin dar un valor extra. El nivel de servicio no es estándar. Uno de los vuelos fue muy bueno, mientras que el otro se sintió como de una aerolínea de bajo costo.

Los viajeros agradecerían sí aumentaran las porciones de la comida en vuelos de más de dos horas. Aunque el servicio es igual de básico que antes de la pandemia. 

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Un comentario

  1. Que tristeza que una compañía aérea que antes fue de las mejores ahora compita con las de bajo costo cómo haciendo competencia a ver cuál es la peor.

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