Aeroméxico se ha vanagloriado de cambiar sus aviones y tener una flota moderna y eficiente. En general, haber cambiado los 767 por estos nuevos aviones definitivamente es un plus. Aunque cómodos, los asientos ya eran obsoletos y el producto en Clase Premier no era competitivo. Para clase turista, Aeroméxico implementó hace 12 años los 777 para vuelos a Asia y en este sentido se estaban poniendo al corriente en la conectividad. Sin embargo, la tecnología avanzó y los asientos se quedaron obsoletos. En lugar de hacer una renovación (retrofit) del interior los cambiaron al Boeing 787 gradualmente.
Esto tiene un sentido de negocio: son aviones eficientes y de menor capacidad; por lo que es más fácil llenarlos y no ofrecer asientos a bajo costo al irse saturando. Lo que llama la atención es que uno de los aviones insignia lo utilizan para un vuelo relativamente corto: MEX-JFK-MEX. En nuestro caso, tuvimos la oportunidad de volarlo a pesar de que el boleto se compró con Delta.

El vuelo sale de la terminal 4 del aeropuerto JFK, la terminal no es una de las más bonitas, pero tampoco está mal para los estándares de Estados Unidos. Hay muchas tiendas y restaurantes de todo tipo. Entre el caos, pudimos pedir que de último momento nos cambiaran de asientos (dos) para ir juntos en el vuelo. Quién atiende el abordaje es personal de Delta, que parecen no estar acostumbrados al modo de abordaje de los pasajeros de Aeroméxico y menos en un avión tan grande.
Datos del vuelo
Número de Vuelo DL1035 (operado por Aeroméxico)
Partiendo de: Nueva York JKF Terminal 4 a las 15:20 hacia Ciudad de México Terminal 2 a las 19:10
Avión: Boeing 787-9*
*Nota: esta frecuencia fue reubicada a un 737, siendo que en clase turista se reduce el espacio entre piernas y la experiencia de Clase Premier es totalmente diferente.

En teoría debieron haber empezado con el grupo 1, pero la gente encimada nunca dejó que pasara alguien. No se respeta el número de grupo al formarse y el personal de Delta no los dejaban pasar. Fue bastante tenso. Finalmente se pudo proseguir con el grupo 2 y así fue con el resto del proceso. Resulta que el avión estaba lleno casi al terminar el primer grupo.
Los asientos de Aeroméxico en clase económica están en una configuración 3-3-3 que es típica en estas aeronaves. En cuanto al anchor, no son muy espaciosos, pero están dentro del promedio, para las piernas se cuenta con suficiente espacio para que sea cómodo. Al menos para un vuelo de cuatro horas es mejor que el estándar.


No fue un vuelo fácil para los pasajeros o para el personal de Aeromexico debido al mal comportamiento de algunos viajeros. Incluso uno de los pasajeros no quiso sentarse junto a una mujer en medio de él y el autor, pidiendo el cambio (a pesar de haber querido evitar el asiento de en medio). Afortunadamente quedó uno libre atrás y se pudo recuperar el espacio.

Dónde Aeroméxico se queda rezagado es en la cuestión del entretenimiento personal: la pantalla es pequeña, no hay forma de utilizar el panel para más que conectar un dispositivo móvil y la selección de películas podría ser limitada para algunos. Además, su criterio de películas clásicas es inintencionalmente divertida; aun así, se pudieron encontrar algunas joyas del cine como Cabaret, u obras relativamente modernas de calidad.


Es molesto que pasen muchos anuncios a pesar de que a pesar de no ser una aerolínea de bajo costo, incluso a veces siendo la de más alto costo. La mayoría de las aerolíneas lo hacen antes de una película, lo cual puede ser aceptable, pero aquí aprovechan hasta el vídeo de seguridad para introducir anuncios. Algo de notar es que los pasajeros curiosos ponían mantas para que el pasajero de al lado no pudiera ver la película pensando que era una clasificación inadecuada (y les falta conocer la etiqueta en el avión).


El baño del avión era pequeño y al principio se mantenía limpio; no incluía ninguna amenidad especial como en las aerolíneas asiáticas, pero tampoco era de esperar por la duración de este vuelo. Lo que sí es que se agradece de que tenga opciones para cambiar a los bebés.

Había dos opciones regulares de comida: pasta o pollo. Si bien no era de las comidas más memorables de turista, tenía una presentación mejor de lo que Aeroméxico sirve en otras rutas a Estados Unidos y se acompaña con la barra de bebidas completas (vino, cerveza, algunos destilados y bebidas no alcohólicas).


Los extraños compañeros de vuelo pidieron comida especial. Lamentablemente no le tomamos foto por estar lejos e invadir el espacio. Se veía mejor que el menú normal y de haberlo sabido lo hubiéramos pedido. Lamentablemente no todos los pasajeros especiales pidieron el suyo y les reclamaban a los sobrecargos de Aeroméxico. Ellas se comportaron adecuadamente para la situación.

El servicio cumplió con lo mínimo esperado. No podríamos decir que fue sobresaliente, pero sí amable y considerando el grado de dificultad de los pasajeros, eficiente. A pesar de todo, es mejor esto que volar con aerolíneas como United o American.
Un comentario
No entiendo porque el ser humano se comporta tan intransigente e intolerante, es mucho cuestión de educación. Gracias por la reseña. Interesante y hasta cómica