San Diego es uno de esos destinos que a muchos les encanta. Su ubicación geográfica le brinda lo mejor del clima californiano y una excelente alternativa para visitar desde México. Incluso, con el X-Border Express se puede entrar a terreno estadounidense sin gastar en caros boletos de avión (sólo a Tijuana) y sin estar largas horas en filas para cruzar la frontera. Se compra con antelación y se llega a Estados Unidos de forma fácil, segura y amigable.

Para muchos San Diego es un lugar típico para llevar a los niños. Muchos tenemos gratos recuerdos de Sea World y del zoológico. Pero aquellos años de mocedad, la forma en que se veía el mundo era diferente. Hoy muchos ya no queremos ir a ver mamíferos marinos que son maltratados y que detrás de esos trucos hermosos hay crueldad ni apreciar animales en cautiverio, que aunque están bien cuidados, nos podrían parecer tristes desde sus reducidos espacios de vida.

Para muchos, entonces San Diego perdería sentido. ¿Qué habría que hacer en esta ciudad al Sur de California sin sus atractivos más famosos? La respuesta es que hay mucho qué hacer y se puede seguir disfrutando de este soleado punto.

Gastronomía

San Diego ofrece una oferta gastronómica para todos los gustos. Por una parte, se puede encontrar la típica comida de Estados Unidos como hotdogs y hamburguesas en su mejor presentación en In & Out. Como opciones casuales saludables y clásicos locales que deleitan.

En nuestro caso, el favorito es Extraordinary Desserts, un oasis pastelero dónde el esmero en la presentación y el sabor hacen de un simple café en una experiencia muy digna. También venden platillos de comida salada; sugerimos ir con paciencia porque las filas pueden ser largas.

Gaslamp District

El centro histórico de San Diego se convirtió una zona bohemia que concentró restaurantes, centros nocturnos, y bares. Es muy popular entre los turistas, debido a un aura de historia infusionada con contemporaneidad. Algunos de sus edificios son de corte Victoriano y sus calles están trazadas desde el siglo XIX.

Existen también algunos locales eclécticos como una Spa que utiliza equipos infrarrojos y vibración para desintoxicar a sus usuarios (al menos eso venden). Así como tiendas con pequeñas marcas poco conocidas de otras partes del mundo o salones de belleza de moda.

Bahía de San Diego

La Bahía de San Diego ofrece la oportunidad de apreciar el mar pacífico y la vista de los Edificios Altos de esta ciudad californiana, ofreciendo diferentes contrastes dependiendo la hora en la que se visite. Algunos de los hoteles con más movimientos se encuentran en esta zona.

También hay restaurantes y algunas tiendas y museos que se encuentran sobre barcos de diferentes épocas. Algunos son galeones de tiempos remotos; también se pueden visitar vehículos bélicos de la segunda guerra mundial como el USS Midway.

Las Misiones

Gracias a las inversiones del gobierno, es posible encontrar las tradicionales misiones colonial en excelente estado. Un ejemplo es la misión de San Luis Rey: un espacio que evoca otros tiempos y cuya restauración es excelente. Además, de que se puede conocer la historia y la evolución de esta región.

Otra de las ventajas de las misiones es que se prestan para tomar excelentes fotos y encontrar espacios de relajación en la calurosa California. Asimismo, se puede apreciar flora de la región y comprar artículos eclécticos que mezclan lo mexicano con la california contemporánea.

Además de la Misión de San Luis Rey de Francia, se pueden visitar la misión de San Diego de Alcalá, la de San Juan Capistrano y la de San Gabriel Arcángel.

Old Town San Diego

Mientras que la bahía de San Diego y el Gaslamp District nos muestran un San Diego contemporáneo y ya americanizado. En Old Town San Diego se puede encontrar una vibra diferente y muy especial. Aquí se rescata la herencia mexicana: catrinas, gastronomía local, una sensación retro y hasta papel picado.

Para aquellos que quieran trasladarse a otra época pueden encontrar hospedaje para pasar un par de días. Otra opción es hacer una visita de unas cuantas horas para ir develando los atractivos históricos y reconstrucciones del pasado. Por ejemplo, se puede ver la casa de Alvarado que fue parte de las propiedades de la familia del último gobernador mexicano de la región.  Por mencionar otra, está la casa de Estudillo, que fue un refugio para niños y mujeres durante la ocupación de Estados Unidos.

Norte de San Diego

Hacia el Norte de San Diego se pueden encontrar muchas actividades diferentes. Algunas son encontrarse con casas y edificios junto al mar, arte que combina lo estadounidense y lo mexicano, tiendas para comprar cosas eclécticas y hasta lobos marinos. También hay parques de atracciones como el de Lego, y restaurantes muy recurridos por los locales.

También para muchos es popular por los resorts que se encuentran ahí. Entre ellos hay Park Hyatt, Four Seasons y Omni. A pesar de ser cadenas grandes, y en algunos casos lujosas, los precios son mucho más moderados que en el centro de San Diego. Incluso se pueden conseguir ofertas en temporada baja, y si es en mayo o septiembre, la temperatura es muy agradable.

Isla de Coronado

La isla de Coronado ofrece un ambiente relajado, menos apresurado como el que se siente en la parte principal de San Diego. Hay restaurantes, casas y playas para pasar un rato muy agradable. Mucha gente de la ciudad utiliza esta ínsula como lugar para el fin de semana y las vacaciones.

Uno de los lugares favoritos y probablemente la atracción principal es el Hotel del Coronado.  Un edificio cuya parte histórica es sobreviviente de construcciones victorianas y además ha sido testigo de los años dorados de Hollywood, siendo desde hace décadas un lugar para ver y ser visto. Sin duda vale la pena visitarlo, aunque hay que considerar que sus precios no son económicos.