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Burj Al Arab: Ícono del Golfo Pérsico

Entre la mercadotecnia, el glamour de Dubái, su arquitectura y ubicación única; el Burj Al Arab es de esos hoteles que se convierten en el deseo de muchos. Su significado en árabe es “La torre de los árabes” y es probablemente uno de los alojamientos más costosos de los Emiratos Árabes Unidos y del Medio Oriente.

Este hotel está en su propia isla artificial lo que lo que le brinda una vista increíble del Mar Arábigo o de la Ciudad; también se puede apreciar desde las costas del emirato siendo uno de los puntos más fotografiados de la ciudad. No es fácil entrar ya que se debe tener reservación para alguna suite o para los restaurantes.

La entrada del Burj Al Arab

La mejor temporada para encontrar paquetes y habitaciones a precios accesibles –obviamente no baratos—es en verano, que en el lugar es temporada baja: se alcanzan temperaturas cercanas a los 50° Celsius y altos niveles de humedad. Se pueden encontrar paquetes de cuatro noches pagando sólo tres; incluyendo desayuno y hasta traslados del y hacia el aeropuerto. En diciembre, por ejemplo, las tarifas suelen subir ya que muchos escapan del gélido invierno para pasar unos días agradables en Dubái.

El conserje del hotel puede arreglar excursiones como visitas al desierto

El Burj Al Arab es de la cadena de hoteles Jumeirah, que no es tan conocida en América ya que casi todo su portafolio se encuentra en el mundo árabe, aunque también tienen algunos hoteles en Inglaterra, Alemania, España, Maldivas, China y están por abrir una propiedad en la isla indonesia de Bali; tan solo en el Emirato de Dubái tienen doce hoteles.

El impresionante atrio del Burj Al Arab

Este es el quinto hotel más alto del mundo, con 280 metros de altura; sin embargo, la parte superior no es utilizable ya que solo es la punta que ayuda a que el edificio evoque a una vela de barco. Dentro del recinto, se encuentran 202 suites, todas de dos pisos, nueve restaurantes, SPA, playa, servicio de concierge en cada piso y mayordomo para los huéspedes.

El hotel derrocha opulencia árabe en todos sus espacios: ya sean los públicos o las suites. En este caso, la más simple es de 170 metros cuadrados. Todos los acabados son muy finos y lo que llama la atención son las amenidades de la marca Hermés, incluyendo perfumes y jabones de tamaño normal. Esto es algo que no se encuentra en todos los lugares.

Baño de visitas en la parte inferior de la suite con amenidades de lujo

De los restaurantes vale la pena destacar que algunos son tipo buffet (internacional o árabe) y otros de especialidad y requieren reservación con antelación. Entre estos está el que simula un viaje submarino o el que está en uno de los últimos pisos.

Las áreas comunes también están llenas de opulencia

Probablemente lo mejor de hospedarse en el Burj Al Arab es la llegada. Antes de poder acceder a la isla privada, se pregunta por el nombre del huésped. Una vez confirmada la estancia proceden a dejar acceder al vehículo y pasar por un canal que acerca al mágico edificio. Una vez en la recepción se hace un ritual de aromas y dan a probar dátiles con sabores espectaculares. El registro se realiza en la habitación (hay un escritorio para esto) y se ofrece hasta deshacer las maletas, algo que no será del gusto todos.

Recámara de la suite “más simple”
Vista del baño principal

Probablemente diríamos que vale la pena alojarse en el Burj Al Arab como experiencia. Una o dos noches, pero si se planea salir a conocer la ciudad o el desierto, tal vez valga la pena quedarse en otros hoteles y dejar este al final. Se puede disfrutar muchísimo estar aquí y lo que se incluye, pero para ser sinceros en nivel de servicio no se compara con hoteles que han llevado el nivel de servicio a otro nivel como el Four Seasons o los hoteles de la cadena Aman.

La sala comedor del cuarto

Otro mito es que es el hotel más caro del mundo. Como mencionamos, de la ciudad, sí, y probablemente de la región también pero hay lugares como Maldivas, o incluso París y Londres donde los hoteles de lujo alcanzan precios tan estratosféricos como el del Burj Al Arab. Lo que sí, es que no ofrecen tanto espacio por la tarifa.

Conclusiones del Burj al Arab

El Burj Al Arab es una experiencia, que si bien es cara, tampoco es prohibitiva si se ahorra con tiempo y se planea la estancia, aprovechando alguna promoción especial. El hotel, mal llamado de siete estrellas o el más caro del mundo, ofrece instalaciones muy lujosas y servicio competitivo por el precio. La vista y la calidad de los alimentos también son de primer nivel.

Las impresionantes vistas desde la habitación.

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5 comentarios

  1. Se ve muy impresionante el hotel. ¿No les parece que es mucho lujo lo que se ve en el hotel? De repente me da la impresión de que puede abrumar más que hacer un ambiente cómodo.

  2. Bella arquitectura y decoración, se antoja consentirse en esos lugares. Cuánto tiempo sería conveniente dedicar y qué puntos no hay que dejar de visitar?

  3. Cultura, glamour y la mistica que solo UAE puede ofrecer, gracias zorro por fomentar interes y abrir siempre diferentes y muy buenas opciones para ir por el mundo. Saludos.

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