Indonesia es un país de innumerables islas; algunas con gran fama como Bali, que durante décadas ya ha fascinado (y también decepcionado) a muchísimos viajeros. No está en cuestión como la turística isla está llena de atracciones y experiencias, pero sí creemos que es importante ver a su hermana menor: Lombok. Mientras Bali se llena de gente, la otra isla, al este, se mantiene en calma. Para muchos, una de las mejoras cosas de las remotas islas paradisíacas son sus hoteles y resorts. En este caso, nos enfocaremos en el cada vez más reconocido Lombok Lodge.

Siendo sinceros, este artículo llevaba rato en el tintero; sin embargo, los acontecimientos recientes en Indonesia nos obligan a darle ahora prioridad a este hotel. Entre los terremotos que azotaron Lombok, las erupciones y terremotos en otras partes del archipiélago, es menester dedicar unas líneas al trabajo de tanta gente que da lo mejor de sí para que otros tengan unas vacaciones de ensueño y recolectan memorias.

Hay dos formas para llegar a la isla de Lombok: por avión o ferry. Los ferris se pueden tomar desde Bali o las islas Gili. El avión conecta esta isla con los aeropuertos más importantes de Indonesia y el sudeste asiático (como Silk Air de Singapore Airlines). En el caso de escoger un buen paquete del Lombok Lodge se incluye traslados al y desde el hotel. Considerando las distancias dentro de la isla, es un gran plus.

Desde que se contacta al hotel para pasar la información de arribo y salida, el staff del hotel deja claro que no habrá señales personalizados por motivos de confidencialidad. Los traslados son adecuados en camionetas lujosas y con agua. Aunque no llegan al nivel de los de la cadena Aman –y tampoco los cuartos llegan al precio de esa cadena–, son tan cómodos y eficientes como es necesario.

El hotel está junto a otro resort de tradición en la isla: el Oberoi. El hotel de cadena india tiene un concepto diferente y tal vez en una futura visita a la isla estaría bien conocerlo. Los estilos son diferentes, ya que Lombok Lodge opta por un concepto más contemporáneo y la mayoría de las tarifas incluyen la cena que es de muy buena calidad, pero ya se hablará de eso después.

La recepción es pequeña, cosa que hace mucho sentido porque ¿quién quiere encerrarse en un espacio cerrado en una isla tropical? Aun así, tienen unas Mac listas a manera de centro de negocio y unos cómodos sillones donde se realiza el registro de entrada y salida.; mientras se dan las tarjetas y pasaportes, se ofrecen bebidas refrescantes y galletas.

Después de un trámite se procede a la habitación, se aprecian los espacios abiertos, pensados en disfrutar cada rincón. Además, para un fotógrafo se presta para tener una excelente sesión que complemente los retratos o la propia arquitectura.

Las habitaciones están separadas cada una en pequeños grupos. Por afuera no se ven tan espaciosas, ya que son una especie de bloques; pero por dentro son muy amplias. A pesar de ser “sencillas” son prácticamente una junior suite: todos los componentes de la habitación están muy bien pensados y se sienten finos.

Para controlar la música, la pantalla e incluso pedir alimentos al cuarto se cuenta con una iPad customizada; además, las amenidades del baño son de gran calidad. En sí, se está demasiado cómodo en una habitación bien diseñada, acorde al lugar y realmente limpia. Tampoco se pueden olvidar otros detalles como bocadillos de bienvenida y un collar de flores locales.

Como áreas comunes se cuenta con una tienda, un pequeño SPA y el desayunador, con todo y el desayuno incluido en la tarifa, la alberca, área de cena y un muelle. Probablemente el punto más débil de la propiedad sea la falta de playa. El hotel está consciente de esto y por lo mismo ofrece un servicio diario y gratuito a una de las islas Gili: Gili Air.

Asimismo, se ofrecen otro tipo de actividades y visitas guiadas. En nuestro caso, tuvimos un tour por la isla y no decepcionó. Pudimos caminar por la selva y visitar cascadas muy impresionantes al pie de uno de los volcanes, así como esnorquelear con un capitán de barco muy profesional. La isla es muy bella y definitivamente es recomendable recorrerla.

Como se mencionó previamente, el desayuno y la cena están incluidas; para el desayuno se puede degustar comida occidental o platillos típicos del país como en Nasi Goreng, para este alimento se incluye las bebidas. La cena tiene un menú que cambia día a día y es de varios tiempos. En este caso no se incluyen las bebidas, pero los alimentos son de gran calidad y cantidad suficiente. Para este evento, músicos amenizan y el área se prepara con velas.

Como un hotel de este nivel, lo que lo alza sobre un hospedaje estándar es el servicio. Sin duda su gerente Mangsur y todo el personal hacen una estancia memorable. Cuando llegó la hora de despedirnos, varios miembros del personal salieron y despedirse al momento de dar marcha a la camioneta que nos llevaría al aeropuerto.

El hotel está funcional después de los terremotos debido a que su diseño es resistente a movimientos sísmicos. Ahora se puede visitar y así ayudar a una comunidad que depende casi en su totalidad del turismo.