Hemos tenido la oportunidad de visitar varios salones de espera para verificar qué tanto satisfacen y qué opciones hay para los viajeros. Por un lado, en ciertos aeropuertos los salones no son tan necesarios ya que dichos espacios cuentan con internet inalámbrico, tiendas interesantes o actividades atractivas. El aeropuerto de Nueva York, John F. Kennedy (JFK) es un intermedio. No es un espacio tan aburrido, pero tampoco lo consideramos entre los mejores. Hay buenos restaurantes (hasta un Palm, es NY después de todo) y varias tiendas. Pero en caso de querer un espacio diferente algunos viajeros podrán considerar el Salón Wingtips JFK.

Como opciones de salones de varias aerolíneas, pero en la terminal 4 sólo hay uno de Priority Pass: Wingtips. Este salón, de cadena (otro en St. Louis) es una opción para los que hayan contratado el servicio de acceso a salas o lo adquirieron mediante su tarjeta de crédito. Puede utilizarse mientras se  viaja con ciertas aerolíneas que no cuentan con salón, tal es el caso de Air Europa, Air Serbia, China Southern o Singapore Airlines. También se puede acceder con Lounge Club, Lounge, Key o, LoungeBuddy entre otras.

Cuando se ingresa con membresía, el salón se reserva el derecho de admisión después de las 5 de la tarde según disponibilidad del lugar. Debe conocerse este dato con anticipación para preparar un plan B en caso de tener un vuelo nocturno.

El salón Wingtips JFK no es precisamente memorable, aunque a falta de otras opciones, tampoco sería para evitarlo. El personal de registro en la pequeña recepción es amable y les toma muy poco tiempo cargar los accesos a la tarjeta Priority Pass. Permiten pasar a un salón largo dividido en tres secciones: una es para la comida, otra con sillas para acomodarse y finalmente una con más espacio para relajarse y baños. Puede verse la pista desde aquí.

Tienen una selección correcta de bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas.  También se puede encontrar un pequeño buffet de comida fría. Para nuestro gusto es bastante limitado: una ensalada probablemente de pollo, verduras, algunos quesos, jamón y panes. Si hay más apetito, tal vez no sea el mejor lugar para estar previo al vuelo. Si sólo se busca un refrigerio o una bebida, puede funcionar.

Respecto a la calidad en alimentos, podemos decir que no era de gran sabor. Lo más rescatable era un humus, pero sabemos que no es para todos los paladares. Las galletas y demás postres son aceptables. Sería agradable que ofrecieran una opción caliente. Probablemente la comida de este lugar es mejor que la del Salón Premier en Ciudad de México, pero tampoco es mucho decir.

Hay tres tipos de asientos: mesas para los que elijan comer, unos gabinetes frente a la ventana para ver la pista que son adecuados para viajeros solos y sillones donde se está cómodo, éstos pueden ser largos para acomodar a grupos de diferentes tamaños y algunos tienen reposet para estirar las piernas mientras se ve televisión.

Tal vez porque nuestra visita ocurrió en domingo, el salón se notaba descuidado con respecto a limpieza, lo cual afecta en la percepción del lugar en general. Una mesa frente a nosotros estuvo cerca de una hora con los platos sucios de invitados anteriores. Como esta sección no estaba muy concurrida, parecía no ser prioridad para los empleados. Los baños estaban aceptables, pero igualmente se notaban descuidados.

Conclusiones Wingtips JFK

Si tiene acceso gratuito al salón por parte de la tarjeta Priority Pass sin acceso a otra sala, visiten el salón WingTips. Es una opción que volveríamos a tomar. Sin embargo, si tienen que pagar por ello, o los accesos de Priority Pass ya son escasos, lo mejor es ir a otro lugar. En caso de pagar, ya sea una o dos personas, sugerimos mejor ir a un restaurante o bar.

El salón no es de los mejores que hemos conocido. Falta variedad de comida caliente y mejor sazón, así como mejorar limpieza y personal más comprometido. Será cuestión de probar en la tarde cuando las aerolíneas envíen a sus pasajeros elite para confirmar si tienen un montaje más atractivo.