Visitar Egipto es obligatorio para cualquier viajero que se precie de buscar experiencias únicas y sabor local. Pocos países ofrecen una mezcla de historia, cultura, arquitectura y paisaje como la nación africana. Pero como todo destino lleno de atracciones y localidades por conocer, el traslado permite mucha flexibilidad y posibilidades.

Muchos se lanzan a este país milenario a conocer las Pirámides de Giza. Es innegable que son invaluables, pero visitarlas solamente es rascar la superficie de una tierra que ha visto la evolución de la humanidad. Entonces hay que viajar al norte, y en este caso específico, al sur para apreciar mejor la historia de los faraones.

Sin querer comparar El Cairo, la capital, con Luxor, ésta es en pocas palabras, un museo a cielo abierto que exhibe lo suntuoso y magnífico del alto egipcio. En un artículo futuro estaremos compartiendo una guía de esta excelente ciudad. Mientras, nos enfocaremos en el reto de moverse de El Cairo a Luxor.

Una de las formas y la más rápida es en avión. Pero se requiere o levantarse muy temprano para aprovechar el día en Luxor, o pasar mucho tiempo en el tráfico en El Cairo para llegar al aeropuerto. También encontramos el tren. A pesar de ser una distancia moderada, las horas en ferrocarril son muchas debido a que son tecnologías viejas.

El tren puede ser diurno o nocturno. La particularidad de viajar de día es que toma todo el día y por lo tanto si el tiempo es limitado –como normalmente sucede—puede ser un problema dedicarle un día. Seguramente los paisajes valen la pena. En el caso del tren de la noche, o sleeping train, suena una combinación ganadora.

Esto es porque el tren sale de noche y permite aprovechar el día en El Cairo o alrededores, tomar el tren y descansar en él. Así, por la mañana llegar a Luxor o Aswan descansados y directamente a explorar. Eso dice la teoría, pero comentaremos como es la experiencia.

Conseguir Boletos y Precios

Los boletos se pueden conseguir con antelación en la estación de tren. Salen de Cairo o de Giza, y la estación dependerá de la conveniencia del alojamiento o las actividades a realizar en el día. En nuestro caso los boletos fueron comprados con antelación por nuestro guía en Cairo: Mina Samir.

A saber, cuándo se compran los boletos hay dos opciones. La modalidad con literas o camas, o asientos “cómodos” como la misma línea de tren los describe. En el caso del modo cama, se manejan tres diferentes precios: egipcios, árabes y extranjeros.

Si se escoge la opción de asientos “cómodos”, el precio es de 10 dólares para extranjeros y 130 libras egipcias para locales (7.81 USD aproximadamente). Aquí solamente se tiene opción de asiento y cualquier extra lo debe comprar el pasajero. Los asientos son en configuración 2-1 y en vagones generales.

Por su parte, los vagones con camas son bastante más costosos. Si un viajero va solo, pagara 110 dólares americanos por una cabina. Mientras que una cabina doble cuesta 80 dólares por persona (si viajan dos pagaran 160 dólares por una cabina). Niños pagan 70 dólares. El precio incluye una cabina privada, cena y desayuno.

Podrá parecer caro, pero si considera que un boleto de avión en promedio está en 60 USD el precio no parece tan malo. Algunos verán el beneficio ya que no se paga esa noche de hospedaje (ya sea hotel, hostal, AirBnb).

La estación

Como se mencionó anteriormente se puede salir de la estación de El Cairo o de la de Giza. Para fines prácticos no hay distinción entre las dos ciudades, pero si hay cambio en cómo es cada una de las estaciones. En general, la de El Cairo es más bonita y se pueden encontrar más servicios. Pero para algunos la complejidad puede resultar abrumadora, como muchas cosas en Egipto, y sale más temprano.

Por su parte, Giza es una estación mucho más pequeña. No es demasiado limpia y la oferta de artículos es más bien limitada. Lo que no quita es que sea una experiencia memorable. Dado a que salen muchos trenes, no solo los turísticos, se puede ver el viaje del egipcio común. Ese ciudadano que no necesariamente vive del turismo y se desplaza a su trabajo en las áreas centrales de la megalópolis egipcia.

Es normal que el tren se retrase, es cuestión de no desesperarse al ver que no llega el transporte. No recomendamos llegar con demasiada antelación a la estación porque no hay nada que hacer, pasar seguridad es bastante rápido y finalmente el tren llega cómo dice el boleto que llegará. A pesar de tanto caos, las cosas funcionan al final, aunque sea con retraso.

La experiencia

Viajar en tren siempre casi siempre es un gusto. Hay un aura de nostalgia al subir al vagón. No está mal, aunque claramente los vagones vieron mejores tiempos. Después de ver trenes con ventanas rotas, sin puertas, y demás desperfectos por exceso de uso o ciudadanos con poco civismo, se aprecia este tren.

En cuanto subimos las maletas, se manifestó un valet muy amable quién revisó los boletos. Este señor confirmó dónde sería nuestro destino y nos enseñó nuestra cabina. Hay que recordar que el tren se sigue hasta Aswan.

La cabina incluye un lavabo, los asientos y la cama. El espacio es bastante limitado, incluso menor que una cabina europea. Prácticamente las maletas (o mochilas si se llevan) ocupan el espacio de las piernas. Hay que considerar que no hay conectores en el cuarto ni WiFI para que los amantes de la tecnología vayan preparados. Lo que si hay es luz de lectura por lo que se puede leer antes de dormir.

El valet trajo la cena en charolas. No era muy apetitosa. Comimos lo que se pudo. Las bebidas también son limitadas. Se pueden comprar algunos refrescos y complementos a la comida. Para aquellos que cuiden mucho el presupuesto puede representar un sobrecosto. En nuestro caso ya íbamos preparados porque Mina nos preparó una serie de bocadillos, fruta y agua para no tener que pasar hambre. Incluso declinamos el desayuno.

Por lo mismo de la falta de conectores no pudimos tomar foto al baño. Pero sugerimos mentalizarse a que no es muy higiénico.

Modo cama

Después de la cena, el valet se lleva las opciones y solicita que se le indique cuándo hacer los asientos cama. Los tres asientos inferiores se convierten en una de las literas, mientras que el de arriba se baja para colocarse como otra cama. Contra todo pronóstico aguanta bien el peso de los pasajeros, ya que se ven de todos tamaños y nacionalidades.

Durante un rato, se escuchan otros pasajeros platicar. Algunos no cierran la puerta de su cabina hasta la hora que deciden dormir. Sin embargo, el tren mata la mayoría de los ruidos y permiten concentrarse. Hablando de otros pasajeros, si llevan WiFi y lo van a compartir, sugerimos que aseguren que sus datos tengan contraseña para que ningún desconocido gaste sus datos.

No se descansa igual que en un hotel, o incluso que, en un avión, pero la calidad del sueño no es mala. Las sábanas y almohadas estaban decentemente limpias y no de calidad mediana. Definitivamente sí se puede dormir varias horas en posición horizontal y poder estirarse se agradece.

En la mañana (algo retrasados), nuestro valet nos despertó para alistarnos y bajar en la estación de tren de Luxor. Cuando el tren hizo alto, nos ayudó con el equipaje. Como es muy de costumbre en Egipto se le dio una propina. Ya estábamos al sur del país y casi listos para descubrir las bellezas de esta ciudad.

Conclusiones tren nocturno El Cairo-Luxor

Sabiendo qué esperar, viajar en el tren nocturno al sur de Egipto puede ser una gran opción. Ni la estación de tren es glamurosa, ni los vagones ofrecen un encanto que recuerden a las novelas románticas que suceden en Egipto. Pero definitivamente sí lo tomaríamos nuevamente. Hay que estar preparados para ello y así sacarle el máximo provecho.

Si se lleva una pila extra, gel desinfectante, comida y bebida de predilección ya estamos del otro lado. Es importante recordar que cuando está en modo asiento, el espacio de la cabina se desaprovecha mucho. Además, de que el tren sí es ruidoso.

Si bien es cierto que para ser distancias cortas toma su tiempo. Se rumora hay planes para modernizar este sistema de transporte. Esperemos sea así pronto.

No sugerimos tratar de hacerse pasar por egipcios con el boleto para ahorrar un poco porque definitivamente se van a dar cuenta.

Sin duda una experiencia inolvidable.