La Ciudad de México tiene una cantidad inimaginable de museos. Algunos de ellos son poco comunes, pero extraordinarios. Este es el caso del Museo del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Esta joya perdida se encuentra en la colonia de Santa María de la Ribera, justo cruzando la calle del afamado Kiosko Morisco, en el número 176 de la calle de Jaime Torres Bodet. Para llegar a este museo por transporte público como el Metro, uno se tiene que bajar en la estación San Cosme y estará a pocos minutos caminando. También la estación Buenavista del Tren Suburbano queda a unas cuantas cuadras.
La Universidad Nacional Autónoma de México tiene una cantidad enorme de museos bajo su mando, muchos de ellos dentro del Campus Central de esta institución de educación superior. Sin embargo, algunos de ellos se encuentran alejados de Ciudad Universitaria. Usualmente en las que fueron las Escuelas de Altos Estudios antes de la creación de la Universidad, o Facultades antes de la
construcción del campus ubicado en el Pedregal.
Este es el caso del Museo del Instituto de Geología. Antiguamente fue la sede de la Sociedad Geológica Mexicana. Como tal inició sus funciones en el año de 1904. Fue en el año 1929 que se convirtió en el Instituto de Geología de la UNAM. En 1965 el trabajo administrativo y académico de este centro de investigación científica se mudó a Ciudad Universitaria y, desde entonces, opera como Museo del propio Instituto.
Para comenzar cabe destacar la belleza del propio edificio. Esta construcción remonta, como hace suponer el párrafo anterior, al proyecto cultural porfiriano de la región, junto con el Kiosko Morisco que se ubica cruzando la calle. La fachada del edificio, así como su interior, es preciosa.
En el primer piso dentro del museo podemos encontrar lo que otrora fueron oficinas y aulas de investigación geológica. Estas son hoy en día las salas de exposición del museo. A los pisos superiores no se deja entrar al público ya que en el piso superior es donde funcionan las oficinas administrativas del propio museo.
Acerca de las exposiciones que se pueden encontrar en este museo, resalta la existencia de una de fósiles. Podemos ver en ella los restos de diversas especies hoy extintas, como lo son tres antecesores de los caballos. Además, cuenta con varias salas dedicadas propiamente a la geología, donde podemos apreciar: meteoritos, minerales y demás curiosidades que han sido encontradas en el subsuelo a lo largo de México. Algunas de las piezas encontradas en este museo son de una belleza natural que deja sin palabras.
Además de estas exposiciones, en el sótano del inmueble podemos encontrar algunas otra más didáctica. Aquí podemos ver representaciones del subsuelo terrestre, ver cómo es que ocurren los temblores, así como la manera como se fue expandiendo Pangea hasta llegar al planeta como lo conocemos hoy en día. Esta sección es muy útil para un público infantil, le servirá para conocer sobre el planeta en el que vive y divertirse mientras lo hace.
Sin duda, el Museo del Instituto de Geología de la UNAM es uno que vale la pena visitar si gustan de la Historia Natural, Geología y de ver fósiles. Además, quien disfruta de la arquitectura porfirista seguro encontrará sumamente atractivo el edificio donde se encuentra el museo. También puede complementarse la visita con las demás atracciones que hay en esta colonia como el Kiosko Morisco o con una buena comida en la sucursual de la Casa de Toño que se encuentra a unas cuadras, o el restaurante ruso Kolobok al que podemos llegar cruzando el kiosko.
5 comentarios
Que hermosa reseña, me jacto de conocer muchos museos de la Ciudad de México, pero de estos no tenia idea, que sensacionales y que fotos tan hermosas
El museo está muy bonito, pero el Kiosko como que se ve sucio.
¡Los minerales están preciosos! Ojalá pueda ir pronto.
Muy buenas fotos, lástima de fuente, ¡no le caería mal una limpieza!
Es una fuente retro jajaja. Woow, yo quiero ir!