Para muchos Monteverde es una de las maravillas naturales de Costa Rica. Es difícil poder discriminar en este país tan lleno de destinos ecoturísticos, pero Monteverde sobresale y es el favorito de muchos. Incluso en nuestra guía básica de Tiquicia enlistamos este lugar en las montañas centroamericanas. No está lejos de San José, pero es necesario pasar por sinuosos caminos para poder acercarse a Santa Helena, la comunidad cercana al parque natural.

Para acceder a Monteverde hay que llegar a Santa Helena, un pequeño pueblo en la provincia que lleva el mismo nombre. No está lejos de San José, la capital costarricense, pero los caminos no hacen que se pueda llegar tan fácilmente. El aeropuerto internacional de esta ciudad está bien conectado, por lo que es fácil arribar a este maravillo lugar por ahí.

Lo primero que se puede notar al subir el camino a Santa Helena, es que se deja atrás el clima tropical para entrar a paisajes que evocan lo alpino: colinas con pasto, y vacas lecheras. No es fácil para el conductor, pero los que pueden ir disfrutando el paisaje no olvidarán jamás tan bellos paisajes.

Ya en el pueblo hay hospedaje para todo tipo de viajeros: desde hostales para los mochileros más aventureros, hasta hoteles con varios servicios. En el caso de preferir estos últimos, podemos recomendar Monteverde Lodge, porque además de unos cuartos muy cómodos con sabor local, tienen una pequeña reserva que se presta para recorridos nocturnos y disfrutar de la naturaleza.

Con respecto al parque, lo más recomendable es tomar una caminata guiada por varios motivos: el primero es que los caminos no son fáciles de recordar y los expertos nos llevarán a los mejores puntos; segundo, los guías ya desarrollaron una mirada ágil que permite detectar la fauna local. Si es posible, lo mejor es tratar de reservar la caminata lo antes posible la cual generalmente dura entre tres y cuatro horas por día, pero en el caso de contratar un servicio privado puede durar más.

El horario de la reserva es de 7:00 a 4:30, por lo que se debe empezar temprano. Por la naturaleza del lugar, el clima siempre es húmedo, por lo que sugerimos ir preparados: un impermeable ligero, zapatos de senderismo resistentes al agua, y estar preparados para mojarse; también puede estar fresco, por lo que llevar una chamarra o rompe vientos no está de sobra y finalmente llevar agua para mantener la hidratación (y no dejar la basura en el lugar).Si se reserva con antelación también se puede acceder a un recorrido a las 19:00.

Al salir del lugar, se puede disfrutar de la galería de colibrís: un pequeño recinto que tiene alimento para estas aves y atrae a los animales a una distancia cercana para fotografiar e iluminar la pupila.

Además del fabuloso tiempo que se puede pasar en la reserva natural, Santa Helena tiene otras opciones a los viajeros: se pueden visitar fincas cafetaleras -dónde se puede aprender sobre el proceso y pormenores de la afamada bebida-, fábricas de quesos y helados locales; entre las otras actividades que sugerimos se encuentran el orquideario y el jardín de las mariposas.