La clase Premium Economy es polémica: para algunos es una gran opción para los vuelos de larga distancia -donde el espacio es digno y se ofrecen mejoras en la experiencia de vuelos-; para otros es una estafa donde se paga más para volar como se viajaba hace cuarenta años. Lo cierto, es que este intermedio entre la clase ejecutiva y la clase económica llegó para quedarse.

Hemos hecho reseñas de la clase Premium Economy de Singapore Airlines para que los viajeros pudieran decidir si estaban dispuestos a pagar el extra. Ahora es el turno de la clase homóloga de otra aerolínea de Star Alliance: Lufthansa. La aerolínea tiene poco de haber introducido el producto y tuvimos la oportunidad de probable en uno se sus aviones más modernos: el Airbus A350.

Lo que es cierto es que la oferta de Premium Economy no está estandarizada y lo que ofrece cada aerolínea varía mucho.

Datos del Vuelo

*Lamentablemente Lufthansa regresó al A340-400, que no es un mal avión, aunque no es la misma experiencia.

Abordaje

Tanto la documentación, como el abordaje, Lufthansa no hace diferenciación en Premium Economy con respecto a su clase económica sencilla. Esto se traduce en utilizar la fila regular al documentar las maletas, así como estar en las filas para finalmente poder abordar el avión. Esto difiere con la oferta de otras compañías.

Con respecto al abordaje, las filas son tan largas como es de esperar en un vuelo trasatlántico. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, el personal de Lufthansa logró acomodar a los pasajeros en largas filas que sí fueron eficientes.

Al subir al avión se pasa por una sección pequeña de clase ejecutiva, para después llegar a las pocas filas que corresponden a Premium Economy.

Primeras Impresiones

Al subir en un Airbus A350, no se puede ser realmente objetivo: es uno de los aviones más modernos y emocionantes en la aviación comercial. Dicho eso, se encuentra con una cabina limpia. Llama la atención el acabado de los asientos: se ven acolchonados, una rareza en estos días.

La configuración en la nave es de 2-3-2, mientras que clase económica es de 3-3-3. La separación entre las dos propuestas de Lufthansa no es total, ya que solo hay mucha diferencia entre los dos tipos de asientos (tip: si no se quiere viajar en premium economy, los primeros asientos de economy ofrecen mucho espacio, aunque cobran por seleccionar esos asientos).

Cada uno de los asientos incluía una almohada un poco más grande, una cobija estándar y un kit de amenidad poco tradicional. Sin embargo, este último es bastante útil ya que se puede usar como bolsa reutilizable para ir de compras y el diseño está bastante bien. También se encuentran dos botellas de agua listas para beber.

La nave no ofrece ventilas de aire acondicionado individuales, pero sí mucho espacio en los compartimentos superiores.

Posteriormente, el personal de Lufthansa ofrece una bebida no alcohólica de bienvenida. En este caso un jugo frutal. Posteriormente entregan el menú con las opciones en el vuelo.

Entretenimiento

La pantalla en el asiento delantero es suficientemente grande y de muy buena definición. Lamentablemente en este vuelo, a pesar de toda la novedad, ya se encontraba ligeramente dañada.

Una de las mejores funciones, como siempre, es la del mapa. En este caso era en 3D. Por otra parte, la selección de películas es muy buena: desde éxitos contemporáneos como Crazy Rich Asians, o clásicos de la cinematografía como el Golpe. Con tanta opción es difícil escoger. Tienen muy bien pensada la selección entre filmes internacionales, clásicos, blockbusters, y series de varias partes del mundo.

Para aquellos que necesiten trabajar o quieran relajarse en sus propios dispositivos, cada asiento cuenta con un conector eléctrico multirregión.

Servicio y Restauración

El servicio en Lufthansa es consistentemente sólido; a excepción de cuando no lo es, que puede ser rudo. Afortunadamente este fue un caso afortunado y el servicio abordo fue muy amable y eficiente.

La comida es prácticamente la misma de clase turista, pero se ofrece con cubiertos de metal y en recipientes tipo porcelana reutilizables.

Hubo dos opciones: pasta con quinoa o pollo con elote. En ambos casos el sabor y la presentación eran adecuadas y poco mejor de lo que es esperable en clase económica. Además, durante el resto del vuelo, el personal deja en la parte posterior del avión jugo y agua disponible, así como algunos bocadillos empaquetados.

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Previo al aterrizaje hubo un desayuno bien servido. Constaba de frutas, un pequeño pan, y un quiche con verduras y tocino. La presentación no era tan cuidada pero sí el sabor. Es importante recordar que, si hay personas con dieta especial, pueden pedir comidas vegetarianas o en cumplimiento con alguna religión desde su reserva en línea.

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Conclusiones Lufthansa Premium Economy

Si el precio es ligeramente superior a Clase Económica, definitivamente vale la pena volar en Premium Economy. El asiento se reclina significativamente y el espacio entre las piernas hace una diferencia importante mientras las horas suman. Es importante monitorear, porque esta clase puede estar entre cinco o seis mil (250-300 USD) pesos más que un boleto regular. Lamentablemente en otras ocasiones podrá rondar entre 1000 y 1500 USD más. En este caso y bajo la oferta de Lufthansa, no creemos que se obtenga valor por ese boleto.

En general la oferta de vuelo es sólida si se compara con lo que hay en el mercado entre México y Alemania; o México y Europa en general. No es un producto tan competitivo en su oferta adicional como otras aerolíneas ya que no ofrece documentación o abordaje especial. De todos modos, es un producto digno y competitivo.