Lufthansa está en el ojo del huracán debido a que recientemente se le nombró como una aerolínea cinco estrellas bajo los nebulosos criterios de Skytrax. Por muchos años las aerolíneas con esta distinción eran limitadas y de gran renombre: Qatar Airways, Singapore Airlines, All Nippon Airways y una compañía China: Hainan Airlines con pocas rutas (ahora volará a México). Después de una disputa pública con Eithad que después de denostar a Skytrax por un tiempo, fue reconocida. Ahora Lufthansa logró alcanzar cinco estrellas ya durante el mes de diciembre se unió al club.

No tenemos el gusto de conocer primera clase de la compañía alemana, sin embargo, tiene mucha fama de ser un producto destacado. Su clase ejecutiva es sólida, aunque para muchos los asientos ya son obsoletos y en cuanto anunciaron el remplazo (por los mismos que usa el grupo teutón en sus filiales suiza y austríaca), se dio el anuncio de haber logrado las cinco estrellas. Con el fin de evaluar si esto es merecido o no, vamos a comparar la experiencia que tuvimos en su clase económica a bordo del Airbus A340.

La ruta incluida en este artículo es México (MEX)-Múnich (MUC) que sale del aeropuerto alrededor de las 10 de la mañana y llega a la ciudad bávara en la madrugada horario local. Es un vuelo excelente para hacer conexiones a Medio Oriente o India, incluso si se requiere conectar nuevamente en Viena o Frankfurt.  Para nuestro gusto, Múnich es el mejor aeropuerto de Europa: eficiente, fácil y no se siente lleno.

Se puede tener acceso a los salones de Lufthansa al viajar en Premium Economy con un costo de 27 euros (al momento de escribir el artículo). Definitivamente no tiene caso hacer uso de este servicio en el aeropuerto Ciudad de México, ya que Lufthabsa no tiene salón propio. En Munich o Frankfurt podría tener valor si se tiene una escala larga o permanece suficiente tiempo en el aeropuerto.

El abordaje, como casi siempre sucede en México, es complicado y las filas son enormes. Se aborda por grupos. Tampoco el aeropuerto es muy amigable, de manera que el personal de Lufthansa hace lo mejor posible para organizar a los pasajeros ansiosos por subir al avión. Es importante considerar que han mejorado de unos años a la fecha, actualmente logran acomodar filas previo al vuelo y evitan aglomeraciones estresantes.

La cabina de Lufthansa se mantiene en buen estado. Los aviones ya incluyen el nuevo interior (no siempre los A340 estaban actualizados). La clase económica tiene una configuración de 2-4-2. Cuando se viaja en pareja esto resulta mucho más cómoda que la configuración con tres asientos.

Lufthansa ofrece dos revistas a bordo, la de Ventas libres de impuesto o Duty Free y la convencional. Ésta última promueve buenos artículos y es amena. También confesamos hay artículos interesantes en la de Duty Free, donde encontramos uno de nuestros favoritos, los lápices que incluyen una semilla y pueden sembrar cuando el lápiz se acaba.

La pantalla tiene buen tamaño, conector USB y es de alta definición. Definitivamente el sistema de entretenimiento a bordo es una opción muy sólida para amenizar esos viajes largos. También se agradece la configuración del panel del asiento frontal: portavasos (sería mejor si fuera independiente a la charola), espacio para revistas y una red adicional. También la pantalla cuenta con conector USB y los asientos tienen conectores universales.

Al abordar vemos que cada asiento tiene una almohadilla, cobertor y audífonos de calidad aceptables. Los baños de clase económica o turista están ubicados en la parte inferior. Al iniciar el vuelo están limpios, aunque no se mantienen así para el final. Esta sería una de las diferencias significativas con una aerolínea asociada cinco estrellas (como Singapore Airlines o Cathay Pacific), dónde los asistentes de vuelo constantemente revisan esos detalles.

Otra cosa que distingue Lufthansa de las aerolíneas asiáticas son las amenidades colocadas en el baño. Aquí no encontraremos cepillos de dientes, ni crema o enjuague. Los pasajeros de Lufthansa en Premium Economy utilizan los mismos baños, pero además cuentan con cepillo de dientes dentro de su kit de amenidades.

Algo que pudimos notar en esta experiencia comparando con otros vuelos de Lufthansa, es la calidez del personal. El personal de este vuelo en particular fue muy amable. Mentiríamos si decimos que es la primera vez que nos toca una tripulación así, pero estadísticamente podemos concluir que es un 50/50. Unas veces la tripulación es eficiente pero no amigable, mientras que las otras son muy humanos, además de conservar esa eficiencia germana. También nos sorprendió gratamente que la encargada del vuelo hablara español fluidamente. Ya quisiera poder dominar el alemán a ese nivel.

Poco después del despegue ofrecen servicio de bebidas y poco después el de comida. Nuevamente, la aerolínea cumple por encima del promedio, pero lo consideramos punta de lanza. La comida caliente y tiene dos opciones diferentes. Luego de este servicio, la aerolínea solicita cerrar ventanillas para adecuarse al horario de Europa. Durante el tiempo en que la mayoría duerme, se puede encontrar galletas, agua y jugo.

Antes del aterrizaje sirvieron un desayuno caliente y bebidas como agua, té o café. De la misma manera, es un servicio sólido y definitivamente mejor que las aerolíneas estadounidenses o varias de las latinoamericanas. Este vuelo nos dejó satisfechos por el servicio a bordo, la puntualidad y llegar a Múnich que es de los aeropuertos más amigables.

Conclusiones Lufthansa-Economy

De las aerolíneas que vuelan a México, definitivamente Lufthansa es de las opciones más fuertes. Tal vez no sea la mejor en cada aspecto, pero si se puede esperar consistencia en todo lo que uno busca en vuelo: confort, comida, servicio, puntualidad. Originalmente se tenía planeado conectar en Frankfurt, pero cambios de horarios obligaron a buscar alternativas. El personal de atención a clientes nos ayudó amable y correctamente.

Llamar a Lufthansa cinco estrellas es complicado. Definitivamente su servicio a bordo es muy bueno, la comida más que aceptable y el -confort adecuado, pero en definitiva no está a la par de las mejores aerolíneas del mundo. Incluso sería difícil nombrarla mejor que Turkish Airlines (a excepción del sistema de entretenimiento). El único punto en el que Lufthansa no tiene rival es en la solución de problemas cuando surgen estos.