Wadi Musa es el nombre del valle donde se encuentra este Patrimonio de la Humanidad. Entre formaciones majestuosas de rocas, se esconden las obras maestras de una cultura antigua: los nabateos.  En árabe, Wadi significa Valle y Musa, Moisés. Así, el Valle de Moisés alberga los secretos labrados en Piedra y se ha vuelto en demasía popular. Más allá de haber sido seleccionada, merecidamente, como una de las maravillas del Mundo Moderno, Petra, la ciudad en las rocas, tiene un ambiente único y construcciones que siguen asombrando en la actualidad.

 Los nabateos fue un pueblo que habitó en medio Oriente entre el siglo IV a. de C. hasta el siglo I a. de C. y de acuerdo a reportes históricos, fueron anexados más tarde por otras culturas tales como los Romanos. Este contexto histórico permite entender muy bien su arquitectura.  Posteriormente, el lugar se mantuvo escondido del contacto humano hasta 1812 que fue descubierto por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt.

 La “ciudad rosa” está entre el Mar Rojo y el Mar Muerto. Para visitarla es más fácil llegar a Amman, la capital del Reino de Jordania. Hay vuelos prácticamente desde las ciudades más importantes como Paris, Roma, Londres y Frankfurt, por mencionar algunas. La aerolínea nacional Royal Jordanian, incluso conecta a Estados Unidos de Norteamérica y el lejano Oriente. Una vez en Amman, son aproximadamente cuatro horas en automóvil y el camino de la capital a Petra, está lleno de lugares muy especiales.

 Se puede visitar Petra de día y de noche, la segunda opción cuesta aproximadamente 24 dólares americanos (17 dinares jordanos) y es un recorrido a la primera parte de Petra donde ofrecen té, música y la oportunidad de ver la primera construcción iluminada con luces de colores. El camino para llegar aquí está iluminado con velas, esto puede ser difícil para algunos debido a que deben caminar con visión limitada. Para esta modalidad, los días de servicio son lunes, miércoles y jueves.

 Visitar Petra de noche puede ser una adición interesante, pero definitivamente visitarla durante el día es obligatorio. Es un recorrido pesado, por lo que sugerimos llevar ropa muy cómoda, zapatos o tenis que mejor acomoden y agua para mantenerse hidratado. Las distancias son muy largas y sí sugerimos estar todo el día, pues las construcciones se aprecian mucho más con la luz de la mañana e iluminación que provee la tarde. 

 Las tarifas de los boletos cambian de acuerdo a criterios que no son fáciles de entender. Por un lado, hay tarifas para personas que se hospedan en el lugar y pueden ser pases de uno a tres días. La diferencia entre el primero y el último son 10 dinares, que equivalen a 14 dólares. Por lo tanto, un día cuesta 50 dinares, dos días, 55 dinares y tres días 60 dinares. Definitivamente no es un lugar barato, por lo que nuevamente recomendamos planear permanecer al menos todo el día. Y a menos que uno sea experto en antropología, creemos que tres días es excesivo.

 Consideramos el tiempo mínimo sería un día completo y con mucha calma podrían ser dos e incluso visitar Petra de noche (nuevamente, no tengan altas expectativas para la visita nocturna).  Los boletos se venden a la entrada y luego hay que caminar entre formaciones geológicas. En esta parte puede tomarse caballo o caminar durante casi el mismo tiempo. Si eligen tomar caballo, considerar que, aunque ofrezcan el servicio es gratis, realmente no lo es.  Debe negociarse el costo previamente y tener en cuenta que se desconoce cómo tratan al caballo y depende quien lo conduzca habrá que dar propina. 

Lo primero que vemos es el Siq, formación geológica de aproximadamente dos kilómetros de largo. Parece mucho, pero los caprichos de la erosión son una atracción en sí. Además, se pueden apreciar algunos grabados de los antiguos nabateos sobre las propias rocas. En algunas partes también se aprecian acueductos que datan de la época de los romanos. Luego, al salir del SIQ, encontramos lo que es uno de los momentos más inspiradores en cualquier viaje: el Tesoro.

Probablemente el monumento más majestuoso de Petra, es el Tesoro, en árabe Al-Khaznek. Esta joya clavada en la roca, tiene un asombroso estilo arquitectónico con columnas corintias e influencia grecorromana. La mejor hora para fotografiarla es por la mañana y por la tarde. Esta es la parte que visitan los turistas cuando toman el paseo nocturno.

Posteriormente se atraviesa una segunda ruta enmarcada por formaciones geológicas, donde hay algunas tumbas y se abre a un desierto. No hay una ruta fija, se puede ir al anfiteatro romano, ver ciertas construcciones no tan grandes. De aquí recomendamos visitar el Monasterio que se encuentra en la parte alta del sitio. Son aproximadamente 800 escalones y esto puede tomar desde una hora o un poco más según la velocidad. Algunos turistas toman burros para subir, pero los dueños los tratan muy mal.

El Monasterio, después del Tesoro, es el segundo edificio más imponente. En tamaño es más grande que la primera construcción, pero es un poco menos detallada. No dejen de visitar este majestuoso edificio, pero sí tomar en cuenta el reto que significa subirlo. Por lo tanto, hay que llevar suficiente agua y zapatos cómodos. Cerca de ahí, se puede escalar más y tener excelentes vistas del valle de Moisés para ver formaciones geológicas con colores impresionantes.

 Puede contratarse un guía en las entradas para que lleven a los visitantes por diferentes caminos y pueden ayudar a subir. Recomendamos esto si la visita a Petra es de al menos dos días, y es importante negociar costo previo al servicio para evitar momentos desagradables. Se debe evitar contratar guías una vez en el interior del recinto, pues no son oficiales y difícilmente alguien responda ante cualquier eventualidad. 

Por último, para que la visita a Petra no se vuelva algo desagradable, es importante no engancharse con los vendedores ambulantes y tengan mucho cuidado con los niños que venden cosas: las monedas son falsas y las postales no son de la mejor calidad. Hay que ser firmes, pero no exagerar en modos, porque luego pueden decir que se les maltrató y llegan más personas.