La cultura tolteca fue una de las más importantes que hubo en el hoy territorio mexicano, antes de la Conquista Española. La capital de esta civilización era Tollan-Xicocotitlan, en náhuatl, a la que se le conoce hoy, ya hispanizado, como Tula, ubicada en el estado de Hidalgo en el centro de la República Mexicana. Esta ciudad fue el primer centro político del centro de México, varios siglos antes de la llegada de los mexicas. A continuación. se describirá lo que uno puede encontrar en el sitio arqueológico del otrora centro político más importante de los valles de México y Puebla-Tlaxcala.

Tula de Allende, Hidalgo, es el municipio donde se encuentra el sitio histórico. Este se encuentra entre 70 y 90 kilómetros de la ciudad de México (dependiendo de qué lugar sea el punto de origen. Aproximadamente se ubica a hora y media manejando hacia el norte de la capital de los Estados Unidos Mexicanos. Una vez en el municipio, llegar al recinto histórico no es complicado.

El estacionamiento es relativamente pequeño, considerando la importancia histórica del lugar. El costo de entrada al sitio arqueológico y museo de sitio es $65.00 MXN, gratuito para estudiante, profesor, infante o adulto mayor.

 Una vez que ya se entra al sitio arqueológico hay que caminar para disfrutar de la vegetación y en el transcurso podrán notar diversas cactáceas, que son de mis plantas favoritas. En este segmento se instalan también los vendedores a ofrecer su mercancía, especialmente en temporada vacacional alta y fines de semana.

El sitio arqueológico está dividido principalmente en dos secciones. Por un lado, encontramos el juego de pelota y del otro lado encontramos un gran vestíbulo donde puede verse el Palacio de Quetzalcóatl, Coatepantli, otro campo de juego de pelota, un adoratorio y algunas pirámides. Es en una de estas pirámides que encontramos lo más simbólico del  lugar.

En la Pirámide clasificada como “B” (junto al Palacio de Quetzalcóatl y Coatepantli), encontramos los famosos Atlantes de Tula. Estos son monumentos antropomorfos de unos cuatro metros y medio de alto. Son representaciones del dios Quetzalcóatl. En muchos sentidos son la imagen más representativa de la cultura tolteca.

En uno de los lados de la antigua ciudad de Tollan-Xicocotitlan, adentrándose en la vegetación, pero sin salirse del sitio arqueológico, podemos encontrar vestigios de lo que fuera una capilla franciscana que funcionó durante el Virreinato de la Nueva España. Así, en este sitio arqueológico podemos encontrar tanto los restos de la cultura tolteca como muestras de la evangelización hispana en México.

Al retirarse de este conjunto, precisamente al lado de la entrada, se ubica el museo de sitio “Jorge Acosta”. Este museo es pequeño, pero importante visitarlo por dos motivos distintos. El primero es que proporciona información sobre los toltecas y Tula propiamente, haciendo que lo visto durante el recorrido adquiera mayor coherencia. Además, en el museo pueden verse artefactos que fueron encontrados en la región, por lo que permiten darnos idea sobre el estilo de vida de los toltecas en Tollan-Xicocotitlan.

Además del sitio arqueológico, recomendamos darse una vuelta por el municipio de Tula de Allende. Es un lugar muy agradable y donde se puede comer muy rico a un precio bastante accesible. El pueblo complementa la visita a la zona arqueológica, ya que en muchos sentidos este lugar vive por la historia de Tollan-Xicocotitlan.

Tula es, sin dudarlo, uno de los sitios más importantes, históricamente hablando, en México. El sitio arqueológico es impresionante, sobre todo al admirar los Atlantes. Desafortunadamente para quienes radicamos en la Ciudad de México, llegamos a ignorar este lugar y a no visitarlo. He de confesar que habiendo vivido 24 años en la capital mexicana, nunca había visitado este sitio arqueológico a pesar de su cercanía a la ciudad. El día en que lo recorrí, estaba prácticamente vacío.    

Después de ver este bello sitio arqueológico se puede visitar el pueblo de Tula.