Llama la atención que en algunos vuelos de mediano alcance algunas aerolíneas utilicen sus naves insignias. Hace poco hablamos de cómo fue volar en el 787 de Aeroméxico; ahora es el turno de Avianca. Avianca es la aerolínea nacional de Colombia, además de estar en rápida expansión, ofrece algunos datos curiosos. La compañía se estableció en 1919, siendo la segunda más antigua del mundo, sólo por detrás de KLM. Después de LATAM (que surgió como la fusión de LAN y TAM), es la que posee mayor flota de Sudamérica.
Para volar en clase ejecutiva de Avianca no es necesario romper el cochinito. Se pueden usar millas y su programa de Life Miles es de los mejores en la región. Además, en Colombia y en otros lugares de Sudamérica ofrecen tarjetas de marca compartida bastante optimizadas. Como miembro de Star Alliance también se pueden usar millas de programas como United o Copa.
En nuestro caso, tuvimos la oportunidad de volar de la Ciudad de México (MEX), al aeropuerto el Dorado, en la capital colombiana. La terminal de la CDMX de dónde parte el avión es la 1. Originalmente nos tocaba volar vía Perú con TACA (filial de Avianca), pero por suerte nos cambiaron al vuelo en el Dreamliner.
A diferencia de experiencias pasadas, realizar el check in no fue agradable: abrieron tarde la fila y tenían poco personal para atender a la gente que ya se había acumulado. Al parecer nosotros no fuimos los únicos que tuvimos cambio de vuelo (pero lo notamos al revisar la reservación en línea un día antes), por lo que el tiempo de espera con cada persona era bastante. Finalmente logramos ser atendidos y documentar nuestro equipaje: aquí no estuvo bien Avianca.
Como pasajeros que viajan en Business Class, tuvimos acceso a la sala de espera de Avianca. Esta se ubica en la que solía ser la sala American Express Centurion hace algunos años; la sala es pequeña para la afluencia de pasajeros que tienen acceso (Priority Pass, Star Alliance Elite Plus, y viajeros de Avianca en Business), la opción de comida es poca y le falta una remodelación pronto. Si se puede acceder alguna otra sala como la Beyond, de Banamex o el Grand Lounge Elite, lo recomendamos.
El abordaje inició un poco tarde, pero fue ordenado afortunadamente. Al ser un avión grande se pudo acceder por dos puertas por lo que es mejor tiempo de espera que los pasajeros.
Datos del vuelo
Número de vuelo: AV073
Partiendo de: Ciudad de México (MEX) Terminal 1 a las 13:55 hacia Bogotá (BOG) Terminal Internacional El Dorado llegando a las 19:20
Avión: Dreamliner 787-8
Asiento: 4K
En clase económica, la configuración de los asientos es de 3-3-3 por fila, mientras que en clase ejecutiva es de 1-2-1. El asiento es el mismo que utiliza Aeroméxico en este mismo modelo de nave, aunque con acabados diferentes. Cabe señalar que, aunque la cabina está bien mantenida, podrían optimizar el apartado de limpieza y mantenimiento (algunos componentes estaban caídos).
Se pudieron apreciar detalles de falta de mantenimiento
Al llegar al asiento se puede apreciar una almohadilla y cobija gruesa en el asiento. Para un vuelo de día y relativamente corto es más que suficiente. Todo estaba empaquetado como se puede apreciar.
El personal dio la bienvenida con la opción de agua o vino espumoso. En su caso no dan Champaña, pero la bebida ofrecida cumplía con el cometido. Además, me parece correcto que una aerolínea latinoamericana busque dar productos de América Latina junto al vino se ofrecieron
Finalmente, el vuelo salió ligeramente retrasado por el tráfico aéreo en la Ciudad de México, pero con la comodidad del asiento no fue difícil la espera. También, los audífonos ya estaban en el lugar, por lo que era posible también utilizar el equipo de entretenimiento personal. Mientras tanto, se ofreció el menú, que en el caso de Avianca es reutilizable. Es decir, una vez que se toma la orden, se regresa.
Después de que se alcanzó la altura de crucero, se procedió con el servicio de comida. En este caso, dado a la duración del vuelo, se sirvió todo en una sola charola. La presentación de los alimentos era correcta y el sabor estaba bien. Lo que sí faltó, es que ofrecieran rellenar la bebida durante el servicio de almuerzo. Al finalizar este se ofreció café y digestivo.
El sistema de entretenimiento es bueno, sin ser de los mejores en el mercado. Pero de sobra para un vuelo de cuatro horas. Tenían buenas películas, tanto de las más comerciales como algunas artísticas. Además, las vistas en este trayecto son siempre llamativas.
El baño se encontró limpio y de buen tamaño. Lo que es de notar, es que las ventanas del Dreamliner no tienen cortinilla, sino se ajusta la luminosidad con unos botones de bajo de la ventanilla.
Conclusiones
Ya sea que usen millas o paguen por el vuelo, no hay mejor uso que utilizar el Dreamliner para conectar de México a Bogotá con Avianca. También es una gran opción para conectar con el resto de América del Sur: el servicio es eficiente, de lo mejor en la región, aunque podría todavía mejorar si quisiera competir con las compañías que vuelan a Europa.
El servicio de comida es eficiente y muy conveniente para un vuelo de cuatro horas. El avión está bien, aunque podría mantenerse un poco mejor. La tripulación por su parte es amable y eficiente.
6 comentarios
Es bueno saber que America latina compite en estas áreas
¿Será mejor que Aeroméxico?
Interesante saber tanto detalle
Viajei com a Avianca do Brasil para o Chile e foi um voo agradável e tranquilo. Obrigada pelas dicas! Feliz ano novo com muitas viagens!
Interesante conocer estos tips, generalmente el pasajero no se fija y acepta cualquier cosa. Gracias zorro