Las aerolíneas estadounidenses tienen mala fama y no es por casualidad. Desde los noventas han tenido campañas muy agresivas para cortar costos. Cortaron tanto que lograron que el volar fuera desagradable. Tampoco las conexiones en Estados Unidos son cómodas, muchas veces se permanece horas en migración previo a que sellen el pasaporte, para luego sacar la maleta y ponerla nuevamente en una banda. Al final, por uno u otro motivo, cada vez el uso de líneas aéreas del país de las barras y las estrellas es menos frecuente. Confesamos que teníamos tiempo considerable sin viajar por United, American o Delta. A continuación narramos nuestra experiencia con una de estas compañías. 

 Por azares del destino, tuvimos que adquirir un boleto con Delta para ir a Canadá desde la Ciudad de México. Tanto Aeroméxico como Air Canada ofrecen vuelos directos de una duración tolerable: alrededor de las 5 horas. Pero por cuestiones de horario en el día previo y compromisos ese mismo día, ninguno de estos vuelos nos eran de utilidad, por lo que la única opción útil y en precio era la compañía que recientemente aumentó su participación en Aeroméxico. Estábamos escépticos de lo que recibiríamos a cambio. Las últimas experiencias con compañías norteamericanas, la falta de seriedad de Aeroméxico y el cobro por maleta documentada nos tenían con bajas expectativas.

Debido a la revisión aumentada de electrónicos de vuelos hacia Estados Unidos, tratamos de realizar el Check In en línea un día antes del vuelo. Por error no leímos adecuadamente, tecleamos mal una fecha y no se pudo realizar este trámite en línea. Con preocupación de que se tomara a mal el error se decidió contactar a Delta a través de las redes sociales (twitter). No pudieron solucionar el problema, pero comentaron que no habría de que preocuparse y fueron muy amables.

Al llegar al aeropuerto a las 3 de la mañana (el vuelo salía a las 6:30), la persona del mostrador fue muy amable. Muy diferente al trato que se recibe de Aeroméxico. Hasta ese momento estábamos gratamente sorprendidos. Cabe destacar que antes de poder dejar el equipaje y hacer Check In, tienen personal que hace una serie de preguntas sobre los viajeros con el fin de cumplir los requerimientos de seguridad recientemente impuestos.

 Otra diferencia con la línea dirigida por Andrés Conesa es el manejo de la lista de espera para los ascensos de clase. En este caso, se puede consultar en línea en todo momento después de realizar el check in. Esto da confianza y evita perder tiempo preguntando cuando se está en un lugar fuera de posibilidad real (te avisan cuántos lugares hay y en qué número se está en la lista). No importa si se es Elite o Elite Plus de otra aerolínea. Delta respeta los convenios de SkyTeam y eso se agradece.

 En este artículo unimos la experiencia de tres segmentos de vuelo: los vuelos tomados de México a Toronto vía Atlanta y uno más, de Toronto a Nueva York JFK. Como en sí, los tres segmentos fueron cortos, es útil resumirlos. Además, se puede apreciar qué tan sistémico es su enfoque en el servicio en diferentes aviones, con tripulación diferente y distintas clases.

 MEX-ATL

 Al momento de abordar pregunté al personal sobre el ascenso a clase ejecutiva y éste fue confirmado. Uno sabe y pregunta porque en la lista teníamos un buen lugar. Algo para resaltar sobre abordajes con Delta es que son eficientes. A pesar de que muchos pasajeros son mexicanos (entonces no son los pasajeros como en los complicados abordajes de Volaris, VivaAerobus, Interjet o Aeroméxico) y el personal de tierra también, no se tarda tanto. También el vuelo estuvo listo a tiempo y no sufrió demora por tráfico aéreo. ¿Será que dicho tráfico sólo afecta a las aerolíneas mexicanas?

El asiento asignado fue el 1C. El avión era un Boeing 737-700. Mientras se abordaba el vuelo, la asistente de viaje pasó a cada uno de los lugares y tomó la orden de bebida previa al vuelo. Entre las opciones estaban jugo, agua o café. También se entregó un Menú con opciones de desayuno. Para clase económica las opciones fueron voceadas. De las dos opciones para clase ejecutiva era Tostada Francesa o Quiche. Las dos primeras filas pidieron la tostada por lo que no hubo más opción (afortunadamente se había escogido el Quiche por lo que no hubo frustración).

El vuelo estuvo relativamente tranquilo, aunque en el lugar 3A y 3B se cayó un pedazo de mampostería. No pasó a mayores, pero refleja que tal vez el avión ya vio sus mejores días. Las personas sentadas en ese lugar se rieron mucho y avisarona la asiente de vuelo. Ella tomó nota. Esperemos que efectivamente tomen cartas en el asunto.

El desayuno se sirvió en dos tiempos, el primero constó de Salmón y Fruta con yogurt sabor chocolate. El salmón tenía buen sabor, pero también un olor ligeramente fuerte. Mientras que la fruta tenía buena consistencia y un sabor adecuado el yogurt no era tan bueno. Una vez terminado, se llevaron el plato y trajeron el Quiche con guarnición de carnes frías. Lo sirvieron demasiado caliente, pero una vez a mejor temperatura tenía consistencia y sabor correcto.

Hay que resaltar el trabajo de la asistente del vuelo DL 364, quién atendió la cabina de clase ejecutiva sola y siempre de buen humor. Delta le llama a su clase ejecutiva de corto alcance “First Class”, aunque es un producto similar a las clases “Business” a nivel global. Con respecto a Aeroméxico, los asientos son similares, aunque la comida y el servicio es mejor. Con respecto a la competencia europea los asientos son mejores, ya que en dichas compañías son los mismos que en turista, pero con el asiento  de en medio bloqueado.

En general, los asientos podrían estar mejor cuidados, pero el producto es eficiente y sin duda dejó un grato sabor de boca.

 ATL-YYZ

La escala en Atlanta fue mejor de lo que esperábamos. El personal del aeropuerto muy atento y genuinamente interesados en dejar una buena impresión. A diferencia de otros aeropuertos, la fila de Migración era corta y había personal acomodando a los recién llegados para que fueron atendidos lo más eficientemente posible. La espera de la conexión fue en el salón Sky Club de Delta. Este se puede acceder como Elite Plus de Skyteam o en un viaje en clase ejecutiva con Delta o aliados.

El vuelo fue en un avión Boeing 717-200 con una configuración de 2-2 en “First Class” y 2-3 en clase económica. El vuelo iba lleno, sin embargo, fue cómodo. Además, para los fans de la aviación es un gusto viajar en uno de los modelos menos comunes de la familia Boeing. El vuelo DL 1804 se abordó a tiempo y salió incluso antes de su itinerario, permitiendo llegar a Toronto.

Durante el servicio abordo se ofrecieron bebidas sin alcohol y unas galletas. El vuelo fue cómodo, ya que a pesar de viajar en clase económica y estar lleno, pudimos dormir sin problema. El espacio entre piernas es normal para la industria con 31 pulgadas (79 cm). Nuevamente, fue más grata la experiencia de lo que se esperaba.

 YYZ-JFK

Por último, en esta revisión de delta tuvimos la oportunidad de viajar en un avión canadiense, el Bombardier CRJ-900. La nave tiene una distribución de 2-2 en turista. Llegar al vuelo fue relajante porque el Check In y documentación de equipaje fue bastante complicado. A pesar de tener ya Check In en línea, hay que pasar a los kioscos automáticos. Y de los kioscos nos mandaron a los mostradores.

Afortunadamente no había mucha gente en los mostradores, donde ya tenían preparadas las etiquetas del equipaje, pero después de cambiarnos de mostrador y revisar que coincidieran con en el pase de abordar nos mandaron a unas máquinas para depositarlas. Esto fue una monserga, aunque tiene su razón más allá de la aerolínea. Posteriormente entendimos que como se pasa migración de Estados Unidos desde Canadá, tienen cámaras y saben siempre en qué momento se puso la maleta, quién la coloca y hasta cómo se va en la banda.

Llegamos muy justos a la puerta de embarque, entre que no podíamos poner las maletas en el orden correcto y los kioscos de migración estadounidense son complicados y el personal manda a filas inadecuadas. Afortunadamente el personal que revisa la documentación fue más amable, pero tanta fila cansa. A pesar de que suene a vuelo corto, sugerimos llegar a vuelos de Canadá a Estados Unidos con al menos tres horas de anticipación ya que las filas están en todos lados.

Cuando llegamos a ver si habíamos llegado a tiempo al vuelo (pasando un poco la hora de embarque) nos dimos cuenta que todo estaba bien. Natasha nos avisó que íbamos a tiempo. Nuevamente el personal de Delta muy amable y nos imprimió pases nuevos con ascenso a “First Class”.

El abordaje fue rápido y el avión nuevamente salió a tiempo. Es loable que de tres vuelos con delta los tres salieran sin problemas y el abordaje fuera sencillo. Muy diferente al que nos enfrentaríamos después en JFK con Aeroméxico, que entre la gente que no respeta y el personal que no sabe qué pasa, es estresante.

El vuelo tenía una gran selección de bebidas. Esta vez no se ofreció menú ni desayuno en charola. Sin embargo, al abordar se tenía una pequeña botella de agua, a pesar de la corta duración del vuelo se ofreció una bebida antes del despegue. Una vez en el vuelo, se ofreció la bebida y se repartió una serie de bocadillos de una charola. Considerando la corta duración del vuelo fue correcto. El vuelo estuvo programado para casi 90 minutos, y es que ya están considerando el tiempo a la puerta.

Una vez más la asistente de vuelo fue amigable y eficiente. Nos dejó Delta una grata experiencia y cambió la percepción que teníamos de esta compañía aérea. Ahora que tienen el 49% de participación de Aeroméxico esperamos que puedan influenciar positivamente a la aerolínea. Definitivamente los consideraría para un vuelo más largo o para hacer una conexión en Atlanta.