Teotihuacán es uno de los lugares más emblemáticos en toda la República Mexicana debido a su importancia tanto cultural como histórica, a pesar de que se ignora casi todo lo relacionado con la civilización que habitó esta región del centro de este país. Desafortunadamente, la gente tiende a visitar sólo las grandes Pirámides, la del Sol y la de la Luna. En otras dos entregas (primera parte y segunda parte) ya les hemos recomendado que se puede visitar en este enorme sitio arqueológico, además de las pirámides tradicionalmente visitadas. En esta ocasión este texto estará centrado en una
de estas atracciones: el Museo de Murales Teotihuacanos Beatriz de la Fuente.

Encontramos este museo al Norte, y un poco al oeste, de las pirámides.Si se cuentan con boleto de entrada a la zona arqueológica, ingresan sin cobro adicional al museo. Muchos se pierden la oportunidad de visitarlo debido a que se requiere manejar un poco más en coche (la mayor parte de los estacionamientos se encuentran antes), o hay que caminar más allá de la Pirámide de la Luna, lo que con frecuencia se evita. Sin embargo, verán que vale la pena recorrer este tramo.

 Este museo fue una gestión conjunta entre el Instituto Nacional de Atropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Encabezó el proyceto la Dra. Beatriz de la Fuente. Este es el motivo por el cual el museo lleva el nombre de la reconocida historiadora. En este museo se encuentran los murales rescatados del sitio arqueológico, así como representaciones de cómo
era la decoración, tanto de interiores como de exteriores, de los teotihuacanos. Este lugar funciona como el museo de sitio de Teotihuacán. También es muestra del arte pictórico que se desarrollaba en este lugar cuando era habitado.

El museo está divido en nueve diferentes secciones o “salas temáticas”. Éstas están distribuidas en trece salas más pequeñas. En ellas podremos ver no sólo el arte teotihuacano, sino las técnicas que usaban estos; todo esto a través de los periodos históricos que la civilización teotihuacana vivió.

Además, en algunas de las secciones se describen tanto las técnicas de pintura como la importancia ideológica y religiosa de estas pinturas, no olvidemos que su espiritualidad estaba íntimamente ligada con la vida política y privada. Finalmente, en la última sala pueden encontrar una pequeña sección que rememora la vida y obra de la historiadora Beatriz de la Fuente, quien dio nacimiento e impulso a este imperdible museo de murales teotihuacanos.

 Este impresionante museo de murales complementa de una gran manera la visita a las Pirámides de
Teotihuacán. El lugar enseña cómo era la ciudad prehispánica desde un punto arquitectónico. Las exhibiciones de este museo muestran cómo era la cotidianidad de los Teotihuacanos, como pintaban sus casas y cómo estaban decoradas y organizadas. Esto nos da. Todo esto proporciona una visión más holística del estilo de vida en la región mesoamericana antes de que los mexicas se convirtieran en la potencia hegemónica del centro de México. Con esto podemos imaginarnos el día a día de estas personas e imaginar las tareas cotidianas, así como la grandeza de esta ciudad en sus años de esplendor.

Es por esto que el Museo Beatriz de la Fuente debe ser considerado punto obligado cuando se visita el Sito Arqueológico de Teotihuacán. Juntos permiten conocer de mejor cómo vivían las civilizaciones pre-hispánicas en esta imponente ciudad que data de antes de los mexicas. Es por esto que se recomienda su visita cuando se quiera conocer de mejor manera una de las civilizaciones pre-hispánicas más importantes que ocuparon el terreno de lo que hoy es México.

Conclusiones Museo Beatriz de la Fuente

La cultura teotihuacana debe valorarse más. Para esto podemos ver más allá de las pirámides, esas majestuosas construcciones, que solo nos enseñan un fragmento de lo que fue una compleja civilización. En el Museo Beatriz de Fuente, podemos ver los murales que adornaban aquellos espacios que habitaban los habitantes de la Ciudad de los Dioses.

No cuesta más verlo y debido a que es poco conocido el lugar es un remanso en lo que normalmente es una excursión intensa. En tu próxima visita, no dejes de conocerlo.