Hace poco publicamos el artículo del pueblo de Cuatrociénegas, pintoresco lugar para ver pasar el tiempo y disfrutar de la tranquilidad con gente muy amable. Este pueblo vive del turismo debido a que, la mayoría de los visitantes acuden para visitar el Valle de Cuatrociénegas, que tiene atractivos naturales impresionantes y ha ganado popularidad en las últimas décadas, antes era un secreto del norte, pero hoy recibe gente de todo México y el mundo.
Cuando hagan su visita consideren: que se requiere al menos un día completo en el lugar y en temporada alta puede haber mucha gente. Esto es importante por la disponibilidad de hospedaje, así como para obtener ayuda de guías. Las temporadas más saturadas son puentes por días feriados en México, Semana Santa y vacaciones de diciembre. Semana Santa es el periodo más difícil. En caso de viajar en temporada alta, planeen con suficiente antelación.
Hay tres formas de conseguir guías: por anticipado, consiguiendo detalles de guías y acordando previamente el itinerario (si gustan, pueden contactarnos para proporcionarles datos de algunos guías) un día antes, a través del hotel o recomendación de otro guía que esté ocupado, o pedirlo llegando al centro de visitantes. La estructura del lugar requiere se contrate un guía, pues tienen las llaves para ingresar a ciertos lugares como las dunas de y eso. También existen tours en grupo y aunque es más económico, no lo sugerimos ya que, aunque es más barato, no se disfrutan los lugares como se debe. Contratar un guía no es caro.
Si planean con anticipación podrán obtener adiciones interesantes al itinerario. Sugerimos utilizar un vehículo 4×4 para los caminos recios y con un coche normal pueden visitar los cuatro básicos de la reserva natural de Cuatrociénegas. Si cuentan con poco tiempo, un día es suficiente; pero si disponen de más días, dividan la visita entre dos y hasta más con miras en tomar grandes fotos.
Cuatrociénegas es reserva natural desde el 7 de noviembre de 1994, por lo que pronto estarán celebrando ya 23 años. Las más de 84 mil hectáreas son un refugio natural y debido a sus características naturales se le considera uno de los humedales más importantes de México y las medidas para cuidarlo, cada vez son más exigentes. Como visitantes debemos ser responsables y respetar este patrimonio de la historia natural de nuestro planeta.
Hasta no hace mucho se hacía uso indiscriminado de algunos sitios utilizando el agua para agricultura y ganadería. Afortunadamente, cada vez son más estrictos, pero para continuar visitándolo, es importante cuidarlo y ser responsables: no dejar basura ni maltratar las zonas, no capturar los animales que llegan a encontrarse.
Los cuatro básicos del área son: las minas de yeso, la mina de mármol, la poza azul y el río mezquite. Cada uno tiene sus particularidades y es importante tomar en cuenta algunos consejos para aprovechar la visita. No importa si es la primera vez o es recurrente, visitar este valle es algo que realmente vale la pena.
Las minas de yeso
Esta parte del Valle de Cuatrociénegas, es área protegida que dejaron de explotar en 1996, dos años después de declararla área reservada. Lo importante es que todavía conserva bastante de su atractivo natural. Es indispensable que como visitantes cuidemos los montículos de yeso durante el ascenso, ya que se empieza a ver grietas en la estructura.
Es conveniente llegar temprano, o ya entrada la tarde, debido a que las arenas blancas de yeso reflejan mucho la luz a medio día y resulta molesto, además de aumentar la sensación térmica. Si los asesora uno de los guías que tienen llaves, incluso pueden ingresar antes de la hora de apertura.
El lugar se ubica 14 kilómetros lejos del centro de Cuatrociénegas y 5 km. del área de información turística. La carretera está en remodelación por lo que recomendamos manejar con cuidado. Una vez en la carretera, se pasa un tramo de terracería antes de llegar a un estacionamiento.
Si cuentan con tiempo suficiente, se sugiere llegar temprano o ir por la tarde a tomar fabulosas fotos. La entrada cuesta 30 pesos y si el guía tiene llave no hay que hacer paradas previas. Tener en cuenta usar bloqueador y si hay sensibilidad a la luz, utilizar lentes obscuros.
Las minas de Mármol
Como películas de ciencia ficción, arriba de un acantilado hay gigantes bloques de Mármol tipo travertino. La Meseta de San Andrés, como también se designa a este lugar, no es parte de la zona protegida. Hay que comprar boletos en la entrada y cuestan treinta pesos, en teoría abre a las 10 de la mañana, aunque en temporada baja el servicio es irregular.
Pueden conseguir un viaje por la noche en veladas astronómicas que se organizan por separado y deben preguntar a los guías o directamente en el hotel. En general, la mayoría va de día y para muchos es el primer punto del recorrido por encontrarse más lejos.
Si no tienen dificultad para caminar y subir, recomendamos dejar el coche en la parte de abajo durante temporada alta porque sólo hay un carril para subir y bajar, lo cual complica y hace tardado los ascensos y descensos. Desafortunadamente, a pesar del cobro el servicio es nulo.
Las vistas del valle son majestuosas, además de que los enormes bloques nos demuestran la magnificencia de la naturaleza. Como dato curioso, dentro de los bloques de mármol se encontraron fósiles.
La poza azul
Se encuentra abierta para los turistas. Antes también se podía visitar la Poza Becerra, pero por daños ambientales, se cerró para su recuperación. La poza azul, tiene un horario de 10:00 de la mañana a 18:00 horas. Ahí mismo se encuentra el centro de visitantes y es probablemente el área con mayor infraestructura turística.
Hay servicio de baños, una tienda con botanas y un pequeño museo con caparazones de tortugas, fósiles e información del lugar. Además de la poza azul, al final del sitio, en el camino, puede accederse a pequeños caminos donde se aprecia agua con flora y fauna.
La Poza Azul es un milagro natural, su agua dulce y colores contrastan con la planicie. Sin duda un lugar mágico que hipnotiza a sus visitantes. Vale la pena admirarlo por abajo y subir a la pequeña plataforma para apreciar diversos ángulos.
Sugerimos ir cerca de la hora de cierre para poder tomar fotografías espectaculares.
Río Los Mezquitez
Un río que recuerda a la Poza Azul con sus colores y contrastes y al cual está permitido entrar. Así como las minas de mármol, este es un lugar privado y se compran entradas por separado. Las horas de acceso son todos los días de 10 de la mañana hasta las seis de la tarde, aunque no permiten el acceso después de las cinco. De todos los lugares, este es el más caro costando 85 pesos por persona.
En temporada alta, el lugar podrá estar muy concurrido y se puede permanecer horas en el coche para lograr acceso. Por cierto, ese es el punto más cercano al centro de Cuatrociénegas, pero hay que pasar aproximadamente dos kilómetros de terracería para llegar a la entrada. La gente va a pasar todo el día ahí, ya que hay asadores y mesas para llevar comida y disfrutar del día.
En caso de contar con suficiente tiempo, sí recomendamos dejar esto para un día separado y poder disfrutar del único lugar natural del área (de acceso legal) donde se puede nadar y disfrutar del paisaje. En caso de ir en temporada alta, se pueden buscar pequeñas entradas para acceder al río. Una forma para disfrutar la tranquilidad del Valle de Cuatrociénegas.
5 comentarios
Pensar que en el País tenemos tantos lugares excepcionales y no los valoramos
Hermosas fotos que os muestran las bellezas naturales de nuestro México!!
Impresionante lugar y fotos excelentes. Por eso me gustan como un blog de viajes excelente.
Qué fotos, impresionantes
Tenemos un bello país y gente extraordinaria. Felicidades por el trabajo de fotografía!