Cuando se anunció en el 2005 que el avión comercial más grande de pasajeros estaba ya en pruebas, muchos creían que los viajes aéreos regresarían a una etapa de glamour. Airbus entregó el primer modelo A380 a la aerolínea Singapore Airlines. En su momento presentaron una primera clase sin precedentes: suites en el avión que pueden convertirse en pequeños camarotes. Poco después las aerolíneas de los Emiratos Árabes Unidos ofrecían regaderas para la primera clase y bares a bordo.
Además de estas ventajas, para el viajero común también representó una mejora. Las aerolíneas poseían un avión suficientemente ancho, que -incluso en una configuración densa (de 3-4-3)- podían ofrecer asientos más cómodos y un mejor espacio para las piernas; la intención del A380 era competir con otra de las naves favoritas: el 747 de Boeing, mejor conocida como la reina de los cielos.
Cualquiera que ame viajar en avión disfrutaba la experiencia de la gran nave: sus anchos pasillos y largas secciones dando espacio de plenitud; o la emoción de viajar en su segundo piso que es tan amplio como los aviones comerciales de corto alcance más populares. Además, permitía que se pudiera viajar a muy buenas tarifas ya que la cantidad de asientos era mayor.
Tal vez fue la crisis del 2008, los altos precios del petróleo o un cambio de negocio en el mundo de la aeronáutica comercial. La venta de los Airbus no logró colocarse a largo plazo. Al principio muchas aerolíneas como Air France, Lufthansa, British, Qatar Airways, All Nippon Airways y las ya mencionadas compraron este mega avión. Pero con el tiempo solamente Emirates siguió comprando de forma consistente.
Finalmente, desde hace tiempo Emirates cambió sus órdenes de la mega nave por aviones más pequeños: el A330 neo y el A350. Por lo tanto, este increíble avión dejó de ser negocio para la compañía europea de manufactura de aeronaves. Públicamente anunció que cerrará su línea de producción para el año 2021.
Una vez que se entreguen las 17 órdenes pendientes del magnífico avión Airbus no ve sentido en continuar con la línea de ensamble. De hecho, solamente quedan dos clientes para las órdenes: 3 para All Nippon Airways y los demás para Emirates; que se cierre la línea no quiere decir que los aviones desaparezcan inmediatamente, pero seguramente en cuanto cumplan con su vida útil irán desapareciendo poco a poco. Probablemente para el 2030 queden ya muy pocos.
La gigante nave de Airbus no es la única en irse. Sin anunciarlo formalmente, la otrora nave insignia de Boeing (ahora es el dreamliner) se deja ver cada vez menos en los aeropuertos. Lo que alguna vez fue la nave comercial más grande del mundo y sinónimo de lujo en los cielos ha dejado de ser interesante para las aerolíneas. Naves más pequeñas como el 787 o el 777 tienen el mismo alcance y consumen mucho menos combustible.
Todavía hay varios 747 volando. Incluso en su última iteración, el modelo 8 pero para enero del 2019 ya no había aviones comerciales pendientes por entregar –aunque sí para carga—; el ícono que surgió en 1968 se prepara también para dejarnos.
Implicaciones de la nueva era aeronáutica
¿Qué implicación tiene que estos aviones tan grandes dejen de surcar los cielos? Por una parte, las aerolíneas buscan maximizar sus costos; y ahora lo pueden hacer con naves mucho más eficientes respecto al consumo de combustible; también ofrecen más asientos en menor espacio, por lo que llenar aviones tan grandes se había convertido en un problema.
Otra de las fortalezas de los super jets era los viajes de lujo: antes de la crisis petrolera de los 70s, la burbuja o segundo piso del Boeing 787 era un bar para relajarse a bordo. Después de la crisis se decidió ocupar el espacio con asientos; otro de los daños colaterales fue incrementar la densidad del avión. Pasaron de una configuración de 2-4-3 a 3-4-3 y disminuyendo considerablemente la distancia entre asientos.
Con respecto al Airbus A380, se crearon suites de mucho lujo. Desde la residencia de Etihad (es más que una primera clase), hasta las suites de Singapore Airlines y muchas otras aerolíneas; pero fuera de ciertas rutas, la demanda de primera clase ha bajado. Mientras que sigue siendo el sueño de muchos, los que sí pueden pagarlo parece que están prefiriendo utilizar la aviación privada; por lo que ya muchas rutas están eliminando primera clase y dejando Business, Premium Economy y Turista o económica.
Para los que amamos los viajes estamos esperando que haya nuevos pedidos para estos magníficos aviones. Pero es más un deseo que algo que pudiera ser realidad. Lo que sí podemos hacer es escoger rutas dónde podamos subirnos mientras todavía estamos en la época de los jets super jumbos.
Nota
Las fotos sin sello de agua son cortesía de Airbus, British Airways y Lufthansa. Ellos son propietarios de los derechos de las mismas.
4 comentarios
Una pena de verdad. Tal vez si obligaran las autoridades a un espacio mínimo y sano no se irían estas hermosas aeronaves.
Que pena, pasan los tiempos. Hay que aprovechar
Dan menos y cobran más, verdaderamente un cambio sin beneficios para nadie.