Planear un viaje siempre representa una actividad crítica para garantizar el éxito del mismo. Organizarlo nos permite que sea más económico, prevenir situaciones inesperadas y optimizar nuestro limitado tiempo. Aunado ha esto, un viaje en tiempos COVID representa riesgos adicionales que, si no tomamos en cuenta, pueden causarnos dolor de cabeza posteriormente.

Los viajes empiezan a recomenzar poco a poco. En el futuro próximo sabemos que no serán igual, al menos hasta que los profesionales de la salud encuentren un tratamiento efectivo o vacuna. La cuarentena no fue para evitar la enfermedad, más bien administrar el sistema de salud.

Ahora que retomamos los viajes en tiempos COVID tenemos consejos y consideraciones

Saber que hay cosas fuera de control

El mundo todavía se encuentra en situaciones de inestabilidad: desde económica hasta social. Es normal que haya cosas que estén fuera de nuestras manos incluso si se planea considerando todos los detalles posibles.

Por ejemplo, las curvas de muchos países se están «aplanando», pero lo que esté por venir es todavía incierto. En algún punto del tiempo, cierto país podría cambiar sus políticas y volver a apagar sus actividades económicas, cerrar sitios de interés o incluso sus fronteras.

Todavía no hay consenso en cómo se comportará el virus SARS-CoV2 a finales de año: si habrá repuntes o no. Asimismo, cada país reacciona de forma diferente. Por ejemplo, algunos países europeos actúan como un todo, mientras que China y México es más bien por regiones.

Flexibilidad

El nombre del juego para el próximo año se llama ser flexible. Es decir, si nuestro plan A no funciona, tener un plan B. Además, considerar esto desde el principio. Por ejemplo, pedir vacaciones en determinado periodo, pero ver con el o la jefe si hubiera necesidad de cambiar el viaje se pueda desde un principio.

De la misma manera, al contratar cualquier cosa hay que leer las letras chiquitas y saber que se puede cambiar. Ahora muchas compañías están teniendo políticas flexibles como nunca las habíamos visto porque saben que hay temor.

Nosotros debemos ser también flexibles de que nuestros planes pueden cambiar y tolerar lo que eso significa: retrabajos y cambios.

Entender nuestro destino

Cada lugar al que viajar es diferente y las implicaciones son muy variadas. Debemos considerar lo que conlleva ir a dónde vamos, así como dónde vivimos y nuestra nacionalidad. Estos días Estados Unidos puso restricciones a los pasajeros de Brasil, Japón  o a aquellos que vienen de México.

También se han podido ver cómo hay países (España, Inglaterra) que están buscando que los extranjeros se queden en cuarentena al entrar a su territorio. No es muy práctico si se va un par de semanas nada más.

No hay reglas estáticas, estas van cambiando y se van actualizando. Por lo que al planear, comprar o acercarse nuestro viaje debemos de tener cuidado y atención de las últimas noticias. Igualmente, cada país abre según sus necesidades sanitarias.

Finalmente, ya que lleguemos a nuestro destino, debemos entender la dinámica del lugar. Que estén abiertas las fronteras no quiere decir que todo esté como antes. El transporte público puede estar limitado, así como el aforo a lugares públicos como restaurantes, bares, cines, teatros o playas.

Compra de boletos de avión

Hablábamos de flexibilidad. Es imprescindible conocer perfectamente las políticas de nuestro boleto de avión. Antes de la pandemia era muy común buscar el boleto más barato y listo. Las restricciones pasaban a segundo plano. Ahora, el poder tener la posibilidad de cambiar nuestro itinerario es bastante importante.

No hay una regla fija y va a cambiar según la aerolínea, o si contratamos una agencia de viajes. En caso de escoger la segunda, asegúrense que sea seria y ofrezca valor. Luego nos quedamos perdidos entre quién puede realizar modificaciones o cambios a los boletos (o pedir un reembolso).

En general, las aerolíneas tienen por el momento políticas muy amigables. Necesitan reactivar sus vuelos y saben que la gente está temerosa. Pero estas políticas cambian constantemente, es importante leerlas antes de darle click al botón de comprar y hacer el cargo a la tarjeta.

Hospedaje

Las políticas de viaje van a cambiar mucho según el hospedaje que elijamos. Unos van a verse más afectados que otros. Hay muchos viajeros que disfrutan de los hostales que tienen cocina, pero tal vez estén cerrados. En tiempos de Covid, probablemente este tipo de alojamientos son los que se vean más afectados.

Hay que tener cuidado con aquellos hospedajes pequeños que soliciten depósito. Durante su cierre este año, estuvieron negándose a regresar las cantidades del depósito. No negaban que este estuviera, pero por necesidad no querían regresarlo. Los dueños de estos establecimientos incluso ofrecían mejorar si se movía la fecha en vez de cancelar.

Sugerimos también revisar reseñas del lugar dónde nos vamos a hospedar para asegurarnos que tienen los mejores protocolos de limpieza. Hoy es indispensable contar con sábanas limpias y protocolos de desinfección.

Revisar el aforo de sitios turísticos y atracciones

Cada lugar es diferente, y lo mismo pasa con los sitios de interés. En caso de que abran, hay que revisar a qué capacidad podrán trabajar y recibir visitantes. Por ejemplo, todavía no hay fecha de apertura del Louvre.

Antes de la pandemia, algunos limitaban por sesiones u horarios por visita. Esto será una realidad para algunos museos que normalmente tienen grandes afluencias, filas de entrada o espacio limitado. Es conveniente revisar antes de viajar el estatus de esos lugares que queremos visitar. También existe la posibilidad que nos limiten el tiempo.

Qué llevar

Es relevante llevar en nuestro equipaje aquello que se nos solicite en el lugar, así como medicinas básicas si nos llegamos a enfermar. No se trata de que nos contagiemos de COVID, sino de cualquier enfermedad común (gripa, influenza, del estómago) y poder tener los medicamentos a la mano. Consultar al médico previo al viaje nos dejará tener una lista de medicinas para ciertas circunstancias y no gastar de más, o peor, no encontrar el medicamento.

Para este último punto es importante no automedicarse y, por lo mismo, hablar con nuestro profesional de la salud de confianza con antelación. También, si es factible, es bueno llevar la receta médica (y en inglés) para que no se sorprenda en aduanas de nuestra pequeña farmacia.

No hay que dejar de lado el seguro médico habitual. De por sí es necesario para muchos destinos, es mejor estar preparados y como lo demás, conocer la letra chiquita de la cobertura.

Conclusiones un viaje en tiempos COVID

Poco a poco se va a regresando a una nueva normalidad de los viajes. Como viajeros, tenemos que tener la previsión y flexibilidad que nos permita que esta regularización no nos arruine nuestras próximas aventuras. Un viaje en tiempos COVID requiere que seamos más cuidadosos.

Planear un viaje será diferente ahora. La flexibilidad de un boleto de avión o la higiene del hospedaje deben convertirse en prioridad, así como conocer la situación sanitaria de cada lugar al que queramos ir.