1. Nací quince días después de lo planeado porque mi mamá tenía clases de diseño de modas y no quería faltar (ahora entiendo por qué nací medio pasadita y ñoña).
2. Cuando nací no tenía nombre, y durante varios meses me conocían como “La Lupe”, gracias a mi abuela paterna que insistía que me llamaran así. De hecho, no recuerdo nunca que me haya dicho Llunué, siempre era “la Lupe o Lupita” para ella, y cuando ya le fallaba la memoria era “mija”.
3. Me comí como tres kilos de habas y garbanzos crudos, eso sí “con tenedor”. Terminé en el hospital con fiebre, creyeron que tenía faringitis, pero mi papá (ingeniero de profesión, doctor por... ¿gusto?) no se la creyó. Así que cuando me dieron un shock con agua helada.... salió la verdad, ja. Casi muero... sigo sin entender cómo le hice con el tenedor y cómo no terminé sin dientes.
4. Durante la situación mencionada en el número 3 “La bolita de sabor” (como me decía mi papá), llevaba mucho tiempo sin comer en el hospital y conectada al suero. Rogaba por comida y obvio no le daban. Así que, en un descuido de su amada madre que se pintaba los labios, ¡Qué se traga su lipstick! A lo que el doctor sólo dijo: “Señora, no se preocupe, es sólo crema de cacao”.
5. Mi mamá para amenazarme de que no hiciera “chiquilladas”, me decía que me iba a poner a dieta. No sé si yo entendía qué significaba, pero lloraba a mares con la frase: ¡DIETA NO, DIETA NO!
6. Como a los ocho años yo ya usaba “tubo” para el "copete" todos los días para ir a la escuela, y unas cuantas veces me bajaba del coche con el tubo puesto y mi hermana atrás gritando: “¡Llunué, el tubo!”.
7. La historia de mi nombre: mi papá una tarde casual fue al museo de Antropología y ahí, entre los polvos eternos encontró el nombre de una isla en el Lago de Pátzcuaro que se llama “YUNUEN”. ¡Se le hizo maravilloso! Entonces corrió con mi mamá a la cual también ¡Se le hizo maravilloso! Entonces a mi papá le conflictuaba la complejidad de mi nombre y decidió hacerle unas modificaciones para simplificarlo: “Y” por “LL” y quitarle la “N” para hacerlo más simple.
TOMA DOS: Todos me dicen “YUNUEN” en la primera impresión.
HISTORIA DE MI VIDA: No, doble ele, u, ene u, e acento… No, sin ene al final.
Ya lo superé, me gusta mi nombre.
Nota: Me he encontrado con varios hombres llamados YUNUEN (oso total). Lo que me ha llevado a una investigación profunda del significado de mi nombre, y lo lamento mucho muchachos, pero sus papás fueron los equivocados, todas las connotaciones son femeninas:
- Gota de Rocío
- Belleza de media Luna
- Princesa de un lago
- Mujer de cuerpo bonito
(Yo no veo nada MACHíN aquí…)
8. La segunda opción de nombre era: MALINALI… pero al enterarse que su significado era LAGARTIJA, abortaron la misión… gracias, dios Quetzalcóatl.
9. Algunos de mis apodos: Lupe, Lupita, Lupercia, Molcas, Ue, Nuez, Nut, Chaparrita cuerpo de uva, Bolita de Sabor.
10. Toda la vida he amado la gimnasia olímpica, creo fielmente que era uno de mis destinos... terminé en el ballet y cuando cumplí los diecisiete me volví Nadia Comaneci. Sigue siendo mi deporte favorito y cuando puedo hago mis pandas.