Las expectativas de un lugar tan famoso en Cuba que ha sobrevivido a su tormentosa historia son complejas. Un recinto tipo cabaret que abrió en 1939 y vio pasar dictaduras, revoluciones, periodos de pobreza y un resurgimiento reciente. Además, se encuentra lejos de otros atractivos turísticos en La Habana y los barrios más famosos donde se hospedan los turistas: la Habana Vieja y Vedado. El más cercano es Miramar y sus antiguas casas de familias acomodadas. Marianao es el barrio exacto donde se encuentra el cabaret y restaurante y que sigue en línea con las remembranzas de las décadas pasadas. Sin duda vale el esfuerzo acercarse y pagarlo. Conoce el Tropicana, una tradición cubana.
Hay dos formas de adquirir boletos para ir al Tropicana. Se pueden comprar en línea en la página oficial o a través de los centros de actividades en los hoteles y operadoras de turismo. Para aquellos que viajen a casas, lo más recomendable es comprarlos con antelación. La entrada puede parecer cara, cuesta desde 75 USD y va subiendo dependiendo de elección para cena y/o lugar donde se quiera uno sentar. Entre mejor ubicada esté la mesa, más se tendrá que desembolsar. Otras opciones son cenar en el restaurante que se encuentra en lo que solía ser el antiguo casino o un café, lugares que no se incluirán en esta reseña.
Para los turistas lo mejor es llegar en Taxi, dado la hora de apertura y la lejanía. También se puede rentar coche. Si se tiene conocimiento de la red de almendrones y guaguas, puede tambien ser opción, pero eso es para los más expertos en movilidad dentro de Cuba. Algunos tours contratados a través de hoteles u operadores ofrecen el traslado en camiones o camionetas. La cena se sirve a partir de las 20:30pm y el show empieza a las 22:00. Por reglas del lugar, la edad mínima establecida para ingresar es 16 años.
En caso de acordar con algún taxista o chofer el regreso al hotel, considerar que el espectáculo termina a media noche, y después hay un segundo acto donde los asistentes pueden bailar e interactuar con animadores. Esto es a gusto de cada viajero, pero ya no es el espectáculo como tal. La mayor parte del público se retira en cuanto se termina la oferta profesional.
Después del show principal se ameniza la noche
Generalmente se tiene la opción de disfrutar del show en el denominado “Salón bajo las estrellas” que es una terraza enmarcada por vegetación tropical y un escenario bastante amplio. Según el paquete elegido o boleto pagado será la ubicación para sentarse. En caso de haber comprado los boletos en línea, se canjean en taquilla. También hay que comprar permiso fotográfico en caso de querer capturar imágenes de recuerdo.
Los que llegan al inicio pueden solicitar mojitos como la bebida incluida (es una pequeña botella de Ron o de Whiskey) en su paquete o requerir algo adicional. Es un hecho que las piñas coladas y otros cocteles son de otro nivel en la isla caribeña. La cena es adecuada sin ser una experiencia gourmet. No recomendamos tomarla como algo necesario, pero tampoco es algo que dejaríamos de solicitar en una futura visita. Los precios son en CUC (Peso convertible), por lo que es importante presupuestar la visita con antelación.
Derroche de color
Cuando mencionábamos precios de entrada pensamos que es un show bastante caro, considerando las condiciones laborales de Cuba. Sin embargo, cuando el espectáculo comienza las dudas de si vale la pena o no se disipan. El show es espectacular en cuanto a su producción: iluminación eficaz, vestuarios impresionantes y música que rescata la tradición cubana por este arte.
Lo mejor de todo es el talento de muchísimos bailarines en escena. A pesar de que se trata de música popular, los bailarines muestran claramente su formación bajo las reglas de danza profesional. Entre los pasos comunes de su coreografía, dejan entrever movimientos difíciles y profesionales que elevan su trabajo a otro nivel. Dentro de los números, también se incluyen momentos de acrobacia bien realizados. Al final de la noche, los visitantes quedan satisfechos de esta tradición cubana.
6 comentarios
Excelente artículo, de mucha ayuda. Honestamente creo que si no lo hubiera leído no estaría dispuesto a pagar los $75USD, pero ahora seguro le daré la oportunidad!
La danza es tan bella que se debe apreciar hasta en la sonrisa y ademanes de las parejas de baile.
Qué coloridos trajes!
Me gustaría ver a los bailarines del Tropinaca alguna vez bailar.
Y la fama que tienen del ritmo del baile creo que debe ser un súper espectáculo. Insisto, habrá que ir.
Si se ve muy bien armado. Espero que el servicio sea bueno.
Lo tomaré en cuenta para cuando vaya a Cuba